El PSOE votaría 'no' a otro intento de investidura

Meritxell Batet interviene ante el consejo nacional del PSC.

Meritxell Batet interviene ante el consejo nacional del PSC. / periodico

IOLANDA MÁRMOL / MADRID

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Pedro Sánchez quiere disipar las cábalas que planean sobre el territorio socialista y que juegan con la posibilidad de que el PSOE reconsidere su rechazo a Mariano Rajoy si el candidato popular decidiese presentarse por segunda vez a la investidura, tras fracasar un primer intento la semana que viene. El secretario general reunió este lunes a parte de su ejecutiva, que salió a desmentir esta tesis. Aseguran que el PSOE no transitará hacia una abstención a pesar de la amenaza de repetición de elecciones si en dos meses no hay formación de Gobierno.

El secretario de acción política, Patxi López y la portavoz adjunta en el CongresoMeritxell Batet, rechazaron la hipótesis de un giro socialista 'in extremis'. "Tenemos una posición que es coherente y quien tiene la obligación de buscar una mayoría para formar Gobierno es Mariano Rajoy", insistió el dirigente vasco. "El PSOE no está jugando a esto. La decisión está tomada por unanimidad", ratificó Batet, que en cambio, augura un posible cambio en la estrategia de los nacionalistas vascos tras los comicios del 25-S. A su juicio, pasadas las elecciones, el PP podría sumar los cinco diputados del PNV como aliados, que unidos al 'sí' de Ciudadanos, Coalición Canaria y Nueva Canaria le darían a Rajoy los 176 votos que necesita para ser presidente.

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Batet, sin embargo, desmiente que esos comicios alteren las decisiones tomadas por los socialistas, sean cuales sean los resultados electorales en septiembre. Fuentes próximas a Sánchez señalan, además, que ni siquiera está decidido que vaya a convocarse un comité federal para reconsiderar la posición tras el 25-S, lo que hace aún más improbable un paso hacia la abstención.

De hecho, recuerdan, ese órgano no ha sido convocado y no existe ninguna petición formal de un nuevo cónclave, que se puede organizar si lo solicita un tercio del comité. Aunque varios barones han expresado en conversaciones informales sus posiciones abstencionistas, en la práctica el único que se ha mostrado a favor de una reunión después de las elecciones vascas y gallegas es el castellano-manchego Emiliano García-Page. Patxi López recordó este lunes que ese tema no está sobre la mesa "de momento".

PENDIENTES DE LA LLAMADA

Sánchez ha comenzado a preparar su intervención en el debate de investidura sin que haya llegado la anunciada llamada del candidato del PP. Aunque la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró el viernes que Rajoy se iba a poner en contacto con el líder del PSOE de forma "inminente",  esa conversación todavía no se ha producido.

El candidato del PP pidió la semana pasada a Sánchez un encuentro para consultarle la fecha de la investidura, pero el jefe de los socialistas se negó y puso como condición que antes hiciese público cuándo iba someterse a la votación. "No tengo ningún problema en reunirme con Rajoy cuando dé a conocer la fecha", señaló entonces, con unas formas esquivas que enervaron sobremanera al líder conservador, quien vio en la respuesta un gesto de desprecio.

El entorno de Sánchez no ve ahora problema para que fijen una reunión, pero debería de ser antes del martes de la próxima semana, día de las votaciones en el Congreso, y ambos dirigentes están enfrascados en la preparación de sus respectivos discursos. El popular hará una intervención conciliadora, aun convencido de que el PSOE le rechazará, y Sánchez enumerará las razones por las que se niega a desbloquear la situación, a pesar de la amenaza de terceras elecciones.