Galicia, coto privado de caza del PP

Los populares, que han ganado todas las elecciones desde el franquismo, aspiran a reeditar su mayoría absoluta

La vicepresidenta en funciones, Soraya Saenz de Santamaria, junto al presidente gallego Alberto Núñez Feijoo

La vicepresidenta en funciones, Soraya Saenz de Santamaria, junto al presidente gallego Alberto Núñez Feijoo / periodico

ROGER PASCUAL / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

¡Alerta 'spoiler'! El PP ganará el 25 de septiembre las próximas elecciones en Galicia. No será ninguna sorpresa, ya que es lo ha ocurrido siempre desde el final del franquismo. La red electoral que Manuel Fraga tejió en su fortín natal ha ganado implacablemente todas las contiendas autonómicas desde 1982. De hecho, los populares solo han estado una legislatura alejados del poder (2005-2009) cuando, pese a volver a vencer con 12 escaños más que el PSOE, vieron como el socialista Emilio Pérez Touriño llegó a la Xunta gracias al apoyo del Bloque Nacionalista Galego.

Alberto Núñez Feijoo busca su triplete de mayorías absolutas tras las cosechadas en el 2009 y el 2012. Después de haber sonado como posible relevo de Mariano RajoyMariano Rajoy en la Moncloa, el presidente de la Xunta aspira a seguir manteniendo el feudo por excelencia de los populares mientras mira por el retrovisor la pugna entre En Marea y el PSOE por la segunda plaza.

Al PSOE le pillan estas elecciones con el paso cambiado, sacudido internamente por los casos de corrupción y electoralmente por unas mareas que le están comiendo terreno. José Ramón Gómez Besteiro, secretario general del PSdeG y que iba a ser el candidato a la Xunta, tuvo que renunciar en marzo a su cargo después de ser investigado por fraude y malversación de fondos públicos. Con el partido administrado desde entonces por una gestora, los militantes votaron como candidato a Xoaquín Fernández Leiceaga, afín a Pedro Sánchez y proclive al entendimiento con las mareas.

UNA MAREA ENBRAVECIDA

Galicia fue el laboratorio de pruebas de Podemos en el 2012. Antes del nacimiento de la formación morada, Pablo Iglesias fue uno de los asesores de Alternativa Galega de Esquerdas (AGE), que logró superar al BNG como tercera fuerza. La apuesta por la coalición de izquierdas de En Marea ha cambiado el mapa electoral en las últimas contiendas. En las elecciones generales del 20-D la unión de Podemos, Esquerda Unida y los nacionalistas de Anova logró ser segunda en Galicia, superando al PSOE, aunque el 26-J cayó un escalón, a solo 1.000 votos de los socialistas.

Ahora aspira a volver a luchar por la plata a pesar del mar de fondo que vive En Marea. Las bases de Podemos han aceptado repetir con sus compañeros de viaje, aunque no hay acuerdo ni en la fórmula electoral ni el candidato. Mientras el partido de Iglesias prefiere una coalición a la catalana como En Comú Podem, sus socios han apostado por la creación de un partido instrumental y ya han designado como candidato oficial para las primarias a Luis Villares, magistrado del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, que también predica tender la mano al PSOE. ¿Sumarán las izquierdas o la proverbial división progresista permitirá que la derecha siga en el poder? La respuesta, a partir del 25-S.