Iglesias ve ya inviable intentar un gobierno alternativo al de Rajoy

Pablo Iglesias descartó este jueves la posibilidad de que pueda forjarse un gobierno alternativo al de Mariano Rajoy. Aunque el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, no dio ningún paso al frente en el último mes para que esa opción cuajara, el líder de Podemos había fantaseado con sumar a los nacionalistas y poder constituir así una alternativa al PP.  Sin embargo, tras comprobar con “sorpresa”  el pacto entre PP, Ciudadanos y los partidos nacionalistas durante la sesión de constitución de las Cortes, Iglesias reconoce que esa opción se ha esfumado. Ya no hay "mano tendida" al PSOE, ni propuestas para iniciar contactos.  

Iglesias tira la toalla porque considera que ya antes la tiró Sánchez. En el comité federal del 9 de julio, la cúpula socialista asumió que las urnas no le dieron la opción de intentar gobernar y Sánchez anunció que se comprometía a “liderar la oposición”. Algunos barones, como Susana Díaz, llegaron a advertir en la reunión a puerta cerrada de que intentar formar un gobierno alternativo podía convertirse “en una pesadilla”. 

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Iglesias ha pasado de la frase “los números dan” que venía sosteniendo desde la noche electoral a “esa posibilidad no existe y no es viable”.  En una entrevista en TVE, el líder morado admitió que ya no alberga esperanzas de conseguir entendimiento con Sánchez, después de que ambos partidos tampoco se pusieran de acuerdo en consensuar un candidato único a presidir el Congreso. En las filas socialistas no gustó la maniobra de los podemistas para intentar que Xavier Domènech fuera elegido para ese puesto. Si la relación entre el PSOE y Podemos ya era mala antes de ese episodio, empeoró todavía más cuando Sánchez se enteró de que el partido morado estaba manteniendo reuniones en paralelo con los nacionalistas para que apoyaran a Domènech mientras negociaban con ellos.

Preguntado Iglesias por la conversación con el Rey la próxima semana, en la ronda de consultas previa a la investidura, mostró su total disposición a acudir a la cita e intercambiar impresiones con el Monarca. "Conversar con el jefe del Estado siempre es un placer", afirmó.

A LA ZARZUELA

Felipe VI anunció que la semana que viene hará la ronda con los dirigentes políticos para decidir si encarga la formación de gobierno. Los encuentros empezarán el martes por la mañana con el representante de Nueva Canarias y acabarán el jueves a las cinco, con Rajoy.

Tras esta última cita, el Rey convocará a la presidenta del Congreso para comunicarle sus conclusiones y, si lo considera oportuno, trasladarle el nombre del candidato a la investidura. Si Felipe VI ve un candidato con posibilidades de formar Gobierno, anunciará el nombre; si no, puede que repita la fórmula que utilizó tras el fracaso de la investidura de Sánchez, en marzo, cuando señaló que “por el momento” dejaba los contactos con los partidos políticos.

El jefe del Estado no está sujeto a ningún plazo legal para proponer un. Únicamente se activa un límite temporal de dos meses a partir de la celebración de  la primera sesión de investidura. Rajoy sugirió hace unos días que sería el 2 de agosto, una fecha posible si el Rey da su nombre y Pastor convoca rápidamente el pleno de investidura para ese día.  

Que la ronda del Rey empiece el próximo martes y acabe el jueves, da al líder del PP siete días más para intentar pergeñar un acuerdo a fin de sacar adelante la investidura en segunda vuelta, en la que se necesita mayoría simple. Por ahora cuenta con la abstención anunciada de los 32 diputados de Ciudadanos, un respaldo insuficiente ya que debe lograr más ‘síes’ que ‘noes’.

LOMCE Y JUSTICIA

El PP (con 137 escaños) sigue presionando a Albert Rivera para que rectifique su decisión y anuncie el ‘sí’ de su formación, una manera de acorralar entre los dos partidos a Sánchez para que se abstenga.

Si la semana pasada la secretaria general popular, María Dolores de Cospedal, aceptó hacer retoques a la reforma laboral para “mejorarla”, este jueves el vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, declaró que su partido podría “asumir” cambios en la reforma de la educación para “perfeccionarla” y también estudiar cambios en el área de justicia, como reclama el partido naranja. Unos guiños que intentan calmar los ánimos de los de Ciudadanos tras el acercamiento a los nacionalistas para la constitución de la Mesa del Congreso.

El portavoz en la Cámara baja, Juan Carlos Girauta,  avisó al PP de que no quiere “más sorpresas” con partidos independentistas y nacionalistas antes de la investidura porque esas formaciones nunca mueven ficha “a cambio de nada”.