Rajoy tratará de suavizar el 'no' de Sánchez el miércoles por la mañana en el Congreso

Rajoy y Sánchez, el pasado 23 de diciembre en la Moncloa.

Rajoy y Sánchez, el pasado 23 de diciembre en la Moncloa. / periodico

JUAN RUIZ SIERRA / PATRICIA MARTÍN / MADRID

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La reunión en la que el PP tiene depositadas sus esperanzas para mantener el Gobierno, entre Mariano Rajoy Pedro Sánchez, tendrá lugar el próximo miércoles a las once de la mañana en el Congreso. 

Los populares apelaron desde el primer momento al PSOE, a través de su apoyo o abstención, como única forma de desatascar el actual bloqueo derivado de las elecciones del pasado 26 de junio. Aun así, Rajoy dejó para el final su encuentro con Sánchez (el martes se verá con Albert Rivera y Pablo Iglesias), esperando que el comité federal que los socialistas celebraron el pasado sábado dejara la puerta abierta a un entendimiento.

LA PREOCUPACIÓN EN EL PP TRAS EL COMITÉ FEDERAL

Pero el cónclave del PSOE sirvió para reafirmar el rechazo de este partido a facilitar la investidura del líder del PP. “No cuente con los socialistas”, le dijo Sánchez a Rajoy. Algunos barones abogan por una abstención en el último momento, como forma de evitar que los comicios se vuelvan a repetir, una tesis de la que también participa el expresidente Felipe González. Pero esa no es la posición ni de la dirección socialista ni de líderes territoriales tan importantes como la presidenta de Andalucía, Susana Díaz. Los socialistas mantienen todas las opciones abiertas, incluso la de intentar formar Gobierno si Rajoy fracasa o vuelve a rechazar la propuesta del Rey de someterse a un debate de investidura, una posibilidad en la que se encuentran algunos dirigentes, pero que es minoritaria.

El PP admite estar "decepcionado" con el rechazo del PSOE pero también advierte de que Rajoy no se va a "rendir" puesto que, pese al Gobierno encabezado por Sánchez que promueven algunos socialistas, mantiene el convencimiento de que la única alternativa a un Ejecutivo del PP no es otra cosa que una repetición electoral que no conviene a España. A los populares les consuela que el comité federal no expresara su rechazo a su líder por escrito -como sí hicieron tras los comicios de diciembre- y que la peticiones de que el secretario general del PSOE encabeza de nuevo unas negociaciones con Podemos para intentar desbloquear la legislatura son, en su opinión, absolutamente minoritarias.

Aún así, la preocupación empieza a hacer mella en las filas populares y si tras digerir los resultados electorales se daba casi por seguro que Rajoy intentaría la investidura a finales de julio para presionar al PSOE con una votación en la que definir su postura, ahora fuentes de la dirección del PP empiezan a poner en cuarentena esta tesis y aseveran que el escenario aún está "muy abierto" y que quizá la sesión parlamentaria, si los socialistas siguen cerrados en banda, se retrase para poder atar mejor los apoyos.

LAS PRESIONES PÚBLICAS

Tras el comité de dirección del PP presidido por Rajoy, el vicesecretario de organización conservador, Fernando Martínez-Maillo, se afanó este lunes en la estrategia de presión al principal partido de oposición y dejó claro que alguno de los dos 'noes' socialistas, a Rajoy y a las terceras elecciones, se "tendrá que rectificar", puesto que los dos "no pueden convivir al mismo tiempo". El dirigente popular recordó además a Sánchez que para que hacer oposición, que parece su deseo, primero tiene que facilitar que exista un gobierno. 

Martínez-Maillo evidenció además que la alternativa "ideológica" a la que se agarra el PSOE para que Rajoy trate de formar gobierno, sumando a partidos en teoría "afines" al PP como PNV y la antigua CDC es "inviable" y más después de que el partido catalán raficara este fin de semana su apuesta por la independencia de Catalunya. 

En cualquier caso, el cara a cara de Sánchez y Rajoy del próximo miércoles se prevé mucho menos tenso que el que mantuvieron el pasado febrero, cuando el presidente en funciones evitó estrechar la mano ante las cámaras al líder socialista.   

LA REUNIÓN CON RIVERA Y HOMS

Los populares otorgan, además, mucha importancia a la reunión que su líder mantendrá el martes con Rivera (también se verá con Iglesias, pero es obvio que de manera protocolaria), conscientes de que si C's vota a favor o se abstiene en la investidura, este escenario aumentará la presión sobre el PSOE. Rajoy acude a la cita con el objetivo de recomponer las maltrechas relaciones con el líder naranja y "abierto a explorar todas las posibilidades" de acuerdo con Ciudadanos, según Martínez-Maillo. Entre estas posibilidades, los conservadores dicen contemplar incluso aceptar la mesa a tres que propone Riveramesa a tres, entre los partidos constitucionalistas, si el PSOE decide sumarse a la misma. 

Por ello, Rajoy tratará el martes de palpar la "predisposción" al diálogo de Rivera y si esta es afirmativa nombrar un equipo negociador que a partir del miércoles comience a dialogar con los 'naranjas' y con Coalición Canaria, el otro partido que hasta ahora se ha mostrado favorable a la negociación. Asimismo, según el PP, Rajoy se reunirá antes del miércoles con el portavoz de la antigua CDC, Francesc Homs, también en el Congreso, si bien, por deseo del ahora llamado Partit Demòcrata Català se informará de la cita a posteriori. 

LA PRESIDENCIA, PARA EL PP

Al mismo tiempo, esta semana continuarán las negociaciones destinadas a acordar la composición de la Mesa del Congreso. Martínez-Maillo ha señalado que "por lógica", dado que el PP es el partido ganador y saca 52 escaños al PSOE, los conservadores aspirarán a presidir la Cámara baja y buscar el acuerdo con el resto en la composición del órgano de gobierno de la institución. 

Sin embargo, fuentes del PP admiten que el partido estaría dispuesto a ceder la presidencia si en las negociaciones para desbloquear la legislatura PSOE o C's reclamasen este puesto como moneda de cambio.