LA NUEVA LEGISLATURA

La opción de que Sánchez intente su investidura revuelve al PSOE

Felipe González y Pedro Sánchez, durante un mitin en Madrid el pasado 24 de junio.

Felipe González y Pedro Sánchez, durante un mitin en Madrid el pasado 24 de junio. / periodico

JUAN RUIZ SIERRA / MADRID

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Mientras Pedro Sánchez continúa con su táctica de permanecer apartado de las cámaras, los principales barones del PSOE discuten en público, y en algunos casos en un tono elevado, sobre qué le conviene hacer al partido. No hay ningún acuerdo. El debate se había centrado entre abstenerse o no en la investidura de Mariano Rajoy, pero el foco se ha ampliado con las tesis del catalán Miquel Iceta y la balear Francina Armengol, quienes creen que el secretario general debería intentar alcanzar el Ejecutivo si el líder del PP fracasa. Es una apuesta arriesgada, que hasta ahora había rechazado la dirección socialista y que los líderes territoriales de más peso intentaron detener este jueves, día en el que Felipe González reclamó a Sánchez que deje gobernar a Rajoy.

Preguntado por las palabras de Armengol, quien cree que el líder del PSOE “tiene que intentarlo” en el caso de que Rajoy no consiga los apoyos suficientes, el presidente de Aragón, Javier Lambán, las ligó a ciertos desequilibrios psicológicos. “Es un producto de la tramontana, que en determinadas épocas del año altera las mentes”, señaló en referencia al viento del norte. Su homólogo en Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se expresó en el mismo sentido, pero de forma más comedida, al subrayar que el PSOE “tiene que estar” en la oposición. “Como sigamos con este tipo de comentarios, vamos a terminar desafectando a la mayoría de la ciudadanía”, argumentó en La Sexta.

EL COMITÉ FEDERAL

Otras federaciones, como la andaluza, la extremeña y la valenciana (esta última con más matices), también consideran que con 85 diputados poca cosa se puede hacer, y que es a Rajoy a quien corresponde gobernar si logra sumar a sus 137 escaños los apoyos necesarios. Estos territorios quieren detener la hipótesis de una investidura de Sánchez antes de que empiece a tomar vuelo, algo que en principio harán en el comité federal que el PSOE celebra este sábado.

La cita se anticipa convulsa. Sánchez permanecerá en silencio hasta entonces, pero ya hay miembros de su ejecutiva que señalan que le  “animarán” a dar el paso. Aun así, reconocen que su investidura es muy difícil, porque Ciudadanos ya ha dicho que no respaldará una alianza con el PSOE y Podemos. La única alternativa, continúan estas fuentes, sería apoyarse en los partidos independentistas catalanes, algo que Sánchez no hará en ningún caso. Entre otras cosas, porque el partido aprobó a finales del año pasado, en otro comité federal agitado, una resolución que prohibía negociar con quienes defienden “la autodeterminación”. Esta vez, la reunión del organismo servirá para reafirmar que el partido no piensa, al menos de momento, apoyar ni abstenerse en la investidura de Rajoy, pese a lo que diga González.

“El PSOE tiene que aceptar el diálogo que le ofrece el candidato del PP, aun dejando claro que no tiene intención de formar parte de una coalición (…) Excluyendo la coalición y el apoyo al PP en la investidura, en caso de necesidad, no debe ser un obstáculo para que haya un Gobierno minoritario”, escribió el expresidente en un artículo en ‘El País’, donde también señala que “la alternativa”, es decir que Sánchez trate de llegar a la Moncloa, “se hace poco menos que imposible”.

Las palabras de González siempre tienen una enorme trascendencia dentro del PSOE, y más aún si van en contra de la línea fijada por el secretario general, pero el exjefe del Ejecutivo ya defendió sin éxito algún tipo de entendimiento entre socialistas y populares tras los resultados de diciembre. Su propuesta tampoco fue acogida con complicidad esta vez. Desde la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, hasta el portavoz en el Senado, Óscar López, todos los dirigentes explicaron que la posición era ‘no’ a Rajoy.