Mas se propone ungir a Munté como vicepresidenta de la nueva Convergència

Neus Munté llega a la reunión del Govern

Neus Munté llega a la reunión del Govern / periodico

XABI BARRENA / BARCELONA

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Artur Mas va perfilando las cuestiones organizativas del nuevo partido que impulsa CDC y en cuya tarea de construcción se ha empeñado desde su salida del Govern, en enero. Este miércoles, Mas ha propuesto que en la cúpula de la nueva fuerza se sitúe un ‘ticket’, un presidente y un vicepresidente, en el que un cargo lo ostente un hombre y el otro, una mujer, o viceversa. Mas, cuya popularidad entre las bases convergentes está fuera de toda duda, ha aseverado que se va a presentar a la presidencia. Es decir, Mas propone ungir una vicepresidenta que le acompañe. “No estaré de manera omnipresente. La renovación va en serio. La gente me pide que haga de puente entre la experiencia de muchos años y lo que viene a partir de ahora”, ha explicado. Por el retrato robot que ha perfilado, según han aclarado fuentes del partido, el nombre sobre la mesa es Neus Munté, y esta ha aceptado.

En una comparecencia ante la prensa, Mas no ha querido desvelar el nombre de su acompañante en ese ‘ticket’, aunque sí ha señalado que, a su forma de ver, hay plena compatibilidad entre los cargos en el Govern y en el partido. “Las funciones de la presidencia y vicepresidencia son intercambiables", ha dicho. "Y yo no tengo cargo en el Govern”, ha sentenciado, dando a entender que la vicepresidenta podría estar, por compensación, en el Ejecutivo catalán. Bajo ese perfil surge el nombre de la ‘consellera’ de Presidència, Munté, de la que, preguntado, el propio presidente de CDC ha afirmado que es “de la máxima confianza”. Mas pretende un equilibrio entre perfiles, con cargos de dedicación exclusiva y otros con “un pie en otros ámbitos”.

OTRAS CANDIDATAS DEL 'TICKET'

Otro de los nombres que se han barajado para ser el número 2 de la nueva fuerza, Marta Pascal, ha afirmado en el diario 'Ara' que Munté podría ser una persona "muy idónea", aunque ha recordado que cabe discutir primero en el congreso el régimen de incompatibilidades. Todo queda a expensas, pues, de que este fin de semana el organigrama elegido, y la capacidad de simultanear cargos en el partido y en el Govern, se ajuste al diseñado por el 'expresident'. 

“Queremos feminizar, rejuvenecer y acercar el partido a la gente”, ha señalado Mas para explicar que quiere que los órganos de dirección del partido sean paritarios, con amplia presencia de gente con “20 o 25 años de carrera política por delante” y con representación de los cargos municipales de CDC. Esa podría ser la radiografía de la dirección ejecutiva, compuesta paritariamente por hasta 12 personas que se votarán en lista cerrada y explicitando la misión a llevar a cabo.. La vicepresidencia, además de las tareas de representación institucional, como el presidente, sí ejercerá la coordinación entre esta dirección y el tándem dirigente. 

Así pues, para catar la renovación convergente habrá que saltarse la presidencia e ir a la dirección, donde, como ha recordado Mas, "por voluntad propia" Josep Rull, Francesc Homs, Lluís Corominas y Francesc Sánchez no repetirán.

Todo ello se sustanciará no este fin de semana, sino el 23 de julio, cuando se elijan por primarias los nombres de los cargos de la organización que se decida a partir del viernes. “No piensen en esquemas clásicos, puede ser que no haya secretario general”, ha afirmado Mas.

EL NOMBRE DEL PARTIDO

Sobre el nombre del nuevo partido, Mas ha desvelado que los asistentes deberán elegir entre dos propuestas, una que incluye el término ‘convergència’ o ‘convergents’ y otra sin ninguna referencia al pasado.

Por otra parte, y al hilo de la Operación Térmyca emprendida el martes por el juzgado número 1 de El Vendrell, Mas se ha mostrado "100% convencido de que en el Ayuntamiento de Girona", bajo el liderazgo de Carles Puigdemont, "se hicieron las cosas correctamente". Y ha aludido de nuevo, eso sí, veladamente, al 'Fernándezgate': "Ya sabemos de que va la película, yo también lo he vivido". "Hay ganas de destruir liderazgos, dañar a personas y organizaciones", ha sentenciado.