La CUP replantea su ejecutiva para aumentar su pluralidad

Diputados de la CUP, con Anna Gabriel al frente, abandonan el hemiciclo del Parlament tras rechazar los presupuestos del Govern de Puigdemont.

Diputados de la CUP, con Anna Gabriel al frente, abandonan el hemiciclo del Parlament tras rechazar los presupuestos del Govern de Puigdemont. / periodico

XABI BARRENA / BARCELONA

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Hay una ley no escrita de los movimientos políticos que indica que toda fuerza que nace de la confluencia, con el tiempo, acota el poder de estos grupos fundacionales para dar paso a la nueva militancia ya nacida con la fuerza heredera.  Se vio con Iniciativa y se observa ahora en la CUP.  Al abrigo mediático de una campaña electoral de la que no toman parte, los anticapitalistas ultiman cambios organizativos  en su ejecutiva (el secretariado nacional).

El objetivo es cambiar las dinámicas actuales, aún regidas por los grandes bloques que sustentan la CUP, como son Endavant y Poble Lliure, heredero este del Moviment de Defensa de la Terra. Los esfuerzos que deben de fructificar esta semana y darse a conocer el próximo lunes van encaminados, de manera sintética y según cuenta una fuente del partido, “a reproducir el grado de pluralidad en el que vive el grupo parlamentario”. Siguiendo con el esquema, y con relación a sus posiciones sobre pactos independentistas con CDC y ERC, puede colgarse el mochuelo de ‘halcones’ a Endavant y de ‘palomas’ a Poble Lliure. O como diría Artur Mas, la ‘CUP mala’ y la CUP buena’. Huelga decir que en el seno del partido anticapitalista este relato simplista causa hilaridad.

Y es que el secretariado nacional, de 15 miembros, vive en un pulso constante entre los representantes de las órbitas de los dos grandes bloques “y eso da una imagen de polarización que en la CUP, como tal, no existe”. No lo explicitan pero es obvio: también hay riesgo, a la larga, de ruptura interna.

El proceso de replanteo de la ejecutiva nació poco después de la polémica por el apoyo o no a la investidura de Mas y ha ido madurando hasta que en la asamblea nacional de Esparraguera se votó a favor de renovar 11 de los 15. De hecho, el plato fuerte de ese cónclave, hasta que saltó el acuerdo para “librarse del pacto con Junts pel Sí” era, precisamente la cuestión interna. La CUP trabaja con una lista de 30-40 nombres de posibles candidatos a la nueva ejecutiva que aportarían ese aire fresco que se precisa.

EMPUJÓN DE LOS PRESUPUESTOS

Obvio es que el último gran debate, el presupuestario, ha dado el empujón necesario para abordar una reforma en la que todos están de acuerdo. Poble Lliure porque sus representantes empezaban a estar más que descontentos con que el rodillo de Endavant se impusiera una y otra vez. Sin plantear nunca la ruptura colectiva, alguna voz singular sí ha mostrado gestos de desapego a los órganos de decisión de la CUP.

Y Endavant porque, a pesar de que sus tesis se imponen, no tienen garantizado que ello suceda siempre y temen que las tensiones puedan acabar en escisión de la CUP. “En el grupo parlamentario y entre las bases no hay dialéctica de bloques. Y eso tiene que llegar a la ejecutiva”.

Con todo, cabe recordar que el empate sobre la cuestión presupuestaria se produjo en el consejo político, no en el secretariado político, ¿quiere eso decir que pese a los esfuerzos, en la práctica, la polarización puede reproducirse? Según una voz anticapitalista, no. “En el consejo político están representados los territorios que, a su vez, beben de la información que se les suministra de la ejecutiva”.

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