Puigdemont revela que no habría aceptado ser presidente si hubiera sabido que el acuerdo iba a mutar

Puigdemont en el Parlament, en el momento en que entran miembros de la CUP

Puigdemont en el Parlament, en el momento en que entran miembros de la CUP / periodico

XABI BARRENA / BARCELONA

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Carles Puigdemont ha revelado este jueves que de haber sabido que el acuerdo de estabilidad con la CUP iba a tener que mutar no hubiera aceptado el ofrecimiento de Artur Mas para ser presidente de la Generalitat. En una entrevista en Catalunya Ràdio, Puigdemont ha analizado el anuncio que planteó la víspera en el Parlament de una cuestión de confianza en septiembre en la que se replanteará la hoja de ruta del proceso soberanista y forzará a la CUP a un "o lo tomas o lo dejas".

"Si me hubieran advertido al inicio de que el acuerdo tenía que mutar, yo no me habría metido, así de claro. No creo ni que Artur Mas me lo hubiera propuesto", ha añadido el 'president', quien ha incidido en que la cuestión de confianza la quiere hacer extensible a todos los grupos del Parlament para decidir si optan "por la regresión a un autonomismo tronado que no lleva a ningún sitio o se suman a un proyecto de innovación y progreso para Catalunya".

Precisamente en la Cámara catalana, la cuestión de confianza ha copado todas las intervenciones de la sesión de control. Todos los grupos han querido indagar si, de la mano de esta figura parlamentaria, Puigdemont haría algún giro. Miquel Iceta (PSC) le ha culpado del fracaso de los presupuestos, por no haber buscado alianzas más allá de la CUP. "Entre el 24 de mayo que el PSC anunció la enmienda a la totalidad hasta ayer, nadie se puso en contacto" con los socialistas, ha lamentado Iceta. El 'president' le ha prometido que habría mayor diálogo, pero a su vez le ha afeado que, con el voto de su grupo, permitiera la devolución de las cuentas a los toriles "sin dar oportunidad a la negociación" que se hubiera abierto a posteriori.

La preocupación de Lluís Rabell (CSQP) ha ido encaminada a la hoja de ruta. Tras afirmar el líder de la confluencia podemista el pasado 27-S que la hoja de ruta había mostrado ya su poca viabilidad, ha preguntado a Puigdemont si estaría dispuesto a volver al derecho a decidir, lugar donde se halla una gran "mayoría de los catalanes".

Puigdemont ha negado la mayor y ha mantenido que la hoja de ruta es plenamente viable. Después, el 'president', tras reconocer que el referéndum pactado "es la opción favorita de los catalanes" ha recordado que el Parlament ya tuvo un 80% del hemiciclo en favor del derecho a decidir y que el Estado hizo caso omiso de ello le ha devuelto el bumerán. Mirando el calendario ha aseverado que podría darse que, cuando se celebre la cuestión de confianza, "el referendo sea imposible", en referencia a que se habrán sustanciado las elecciones del 26-J y habrá, salvo más imprevistos, un Gobierno ya en marcha. "Si ello ocurre", ha inquirido Puigdemont, "¿se sumarán ustedes a los dos millones de personas" que optaron por la vía independentista?

TRAMPAS CON EL CALENDARIO

Inés Arrimadas (Ciutadans) por su parte, ha insinuado que Puigdemont había gestionado con pillería el calendario, dejando la cuestión de confianza para después del congreso de CDC y de su refundación, "el lavado de cara", en palabras de la líder de la oposición. Al hilo ha pedido a Puigdemont que asuma que la etapa independentista "ha sido un error, sin mayoría social, sin cobertura social, ni mayoría parlamentaria suficiente", ha afirmado para sentenciar: "Vuelvan al sentido común. Usted me recuerda a Mariano Rajoy, no asumen la realidad".

El duelo más singular, con todo, ha sido el que Puigdemont ha mantenido con el líder parlamentario del PP, Xavier García Albiol. El exalcalde de Badalona ha sancionado de manera tajante que "el 'procés' ha muerto". Una contundencia que a Puigdemont le ha recordado el parte de guerra del ejército de Franco, el 1 de aril de 1939, aquel que empezaba con el inmortal "Cautivo y desarmado el ejército rojo..." y finalizaba con un "la guerra ha terminado".

En otro punto del duelo, y siempre con el as de la inestabilidad española en la manga, Puigdemont ha censurado a Rajoy por no haberse sometido a una sesión de investidura. 

¿Y la CUP? Mantuvo el tono de la breve intervención del miércoles, tras el anuncio de la cuestión de confianza. El "somos responsables, pero no culpables" que sonó, y hoy también a un 'no pensábamos que la montaríamos así de gorda'. Al hilo de lo decidido en la asamblea nacional de Esparreguera, en que los anticapitalisats se liberaron del pacto con Junts pel Sí, la diputada Mireia Boya ha propuesto el referéndum unilateral, o RUI, palabra que este jueves se ha puesto, de golpe, de moda. "El RUI es la síntesis" entre la unilateralidad que defienden los independentistas y el derecho a decidir del entorno podemita-colauista. Puigdemont ha respondido que el camino de Catalunya es el que determina su Parlament