El PSOE intenta marcar perfil propio realzando sus diferencias con el PP y Podemos

Pedro Sánchez, este jueves en Madrid.

Pedro Sánchez, este jueves en Madrid. / periodico

JUAN RUIZ SIERRA / MADRID

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El documento se llama ‘Sí a los 6 principios para el gobierno del cambio’, y  Pedro Sánchez ha acudido este jueves a presentarlo al monumento a la Constitución, en  Madrid, donde el candidato socialista ha llevado a cabo una breve comparecencia sin preguntas, pensada para realzar las diferencias de su partido con el PP y Podemos. Con los populares, en materia social; con la fuerza morada, que a través de su coalición con IU amenaza con arrebatar al PSOE la hegemonía en la izquierda, en cuestiones relacionadas con las libertades

Si Pablo Iglesias reclamó para sí mismo el CNI y RTVE en su rechazada oferta de acuerdo de gobierno a Sánchez, en el que él estaba llamado a ocupar la vicepresidencia, los socialistas establecen ahora como "principio básico" a la hora de pactar el respeto a “las instituciones independientes” y el rechazo “al control político de la justicia, la administración, las fuerzas de seguridad, la radiotelevisión pública, los órganos constitucionales y los organismos reguladores”. Y si el secretario general de Podemos mantuvo hasta el final su propuesta de un referéndum en Catalunya sobre la independencia, el PSOE replica que el único camino frente al actual conflicto territorial pasa por la reforma de la Constitución.

Las diferencias con el PP discurren por el terreno social. Sánchez ha explicado que su partido reclama una reforma fiscal “justa, progresiva y suficiente” en la que se garantice la igualdad y se eviten “los recortes en el Estado del bienestar”. El candidato socialista también ha señalado que cualquier futura alianza debe pasar por la anulación de la reforma laboral del PP.

Los otros dos principios del documento, por último, tienen que ver con el compromiso en la lucha contra la violencia de género y la defensa de una “Europa social” que, entre otras cosas, defienda otra política frente al drama de los refugiados.

LAS LÍNEAS ROJAS

“Buscamos focalizar la campaña en los contenidos y suscitar polémica con nuestros rivales. El PSOE quiere negociar políticas, pero los principios no se pueden negociar”, han explicado fuentes de la dirección socialista, que intentan evitar que la campaña del 26-J esté marcada por la fuerte polarización entre el PP y Podemos, que dejaría a Sánchez en un segundo plano y diluiría su mensaje de que solo él puede desalojar a Mariano Rajoy de la Moncloa.