Aznar lanza el enésimo dardo a Rajoy a cuenta del déficit

El expresidente reclama "disciplina", nuevos recortes y alerta ante el exceso de deuda

PATRICIA MARTÍN / MADRID

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Mariano Rajoy consiguió zafarse el miércoles de una multa de Bruselas Bruselas por haber incumplido el objetivo de déficit. Sus colegas retrasaron la decisión hasta julio, lo que da un al líder del PP un respiro a menos de un mes de las elecciones generales. Pero el presidente en funciones se topó este viernes con ‘fuego amigo’. El exjefe del Ejecutivo y presidente de honor del PP, José María Aznar, leyó la cartilla al Gobierno y reclamó que este se “tome en serio la disciplina y las reformas”.

Después de que la UE comunicara además que otorga un año extra a España para ajustar el déficit, en línea con las peticiones gubernamentales, Aznar tildó de “grave error, económico y político” cualquier relajación en la contención. En su opinión, el Ejecutivo debe de hacer todo lo contrario: “acelerar” el proceso de consolidación fiscal.

Para ello, el expresidente recetó nuevos recortes del gasto público y dejar de confiar, como hace Rajoy, en la situación se corrija “simplemente con el crecimiento de los ingresos”, gracias a la mejora económica.

En contraposición una vez más con el discurso oficial del PP, partido que presume de haber puesto en marcha infinidad de reformas para corregir los desequilibrios económicos, el antecesor de Rajoy lamentó “el parón reformista” en la que el país, aseguró, permanece "desde hace ya demasiado tiempo". 

LA ESPIRAL DE PROBLEMAS

Por último, sin mencionar en ningún momento al presidente en funciones y tras reconocer que la economía está “en un buen momento”, hizo una advertencia más, respecto a la elevada deuda pública. El miércoles se difundió que, por primera vez, supera el 100% del PIB. Ante ello, Aznar sentenció que cualquier país cuya deuda alcance dichas cotas “se adentra en una espiral de problemas de todo orden de la que es extremadamente difícil salir". "Esto es, me atrevo a decir, difícilmente discutible", sentenció.

Pero la vicepresidenta, Soraya Saénz de Santamaría, sí rebatió su diagnostico. Tras el Consejo de Ministros, presumió de que el Gobierno ha acometido una “reducción importante del déficit”, aseveró que, si el PP vuelve a gobernar, se cumplirá con la nueva exigencia de la UE (2,5% del PIB en el 2017) y, en contra de la apreciación del expresidente, fió la corrección de la senda sobre todo al “crecimiento y a la creación de empleo”.