CDC da calabazas a los ex de Unió

Convergència está dispuesta a recuperar sus siglas para las próximas elecciones generales, le pese a quien le pese. De esta manera rechaza la petición que le hizo llegar Demòcrates de Catalunya (el partido surgido de la escisión de Unió) y que planteaba que el nombra de la candidatura para el 26-J fuese el de 'Junts pel Catalunya".

"La manera más coherente y lógica es utilizar nuestro nombre", ha zanjado la portavoz de CDC, Marta Pascal, que también ha recordado que la militancia ha reclamado de manera mayoritaria que el nombre del partido no desaparezca, como pasó en el 20-D.  

Así que parece que de nada servirá que el 82% de los voluntarios de Demòcrates per Catalunya hayan votado a favor de intentar una coalición independentista con Convergència, MES (impulsado por dirigentes), Reagrupament i Solidaritat Catalana. Su propuesta era que la lista estuviese encabezada por un independiente y bajo el paraguas de 'Junts per Catalunya'. Convergència no descarta que estos partidos se sumen a su candidatura siempre y cuando lo hagan asumiendo que el nombre será el de CDC.  

17.000 MILITANTES

Por otra parte, la portavoz ha anunciado que unos 17.000 militantes de los 26.000 que tiene CDC cumplen los requisitos para que su voto sea vinculante en la consulta interna que se ha convocado para el próximo 21 de mayo para decidir el futuro del país. Se trata de aquellos que están al corriente de pago de sus cuotras. Los 9.000 restantes así como los simpatizantes votarán en otra urna y su opinión se considerará como orientativa.

Preguntada por la posibilidad de que el Govern pueda subir el tramo del IRPF autonómico para las rentas más altas (para los contribuyentes con ingresos superiores a los 11.000 euros), la dirigente convergente ha insistido en que su partido no está por la labor.