Los partidos desempolvan los manuales de campaña

Una mujer vota en L'Hospitalet de Llobregat, el pasado 20 de diciembre.

Una mujer vota en L'Hospitalet de Llobregat, el pasado 20 de diciembre. / periodico

GEMMA ROBLES / JUAN RUIZ SIERRA / MADRID

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Por el momento, ningún partido quiere arrogarse la responsabilidad de haber dado por muertas ante las cámaras y los micrófonos las negociaciones sobre la investidura. Se buscan metáforas o fórmulas retóricas para sugerirlo sin ser el mensajero al que todos señalen. Es Albert Rivera el que habla con más naturalidad de repetición de las elecciones generales, introduciendo, eso sí, matices. Pero tras la reunión a tres que se celebró el pasado jueves entre PSOE, C’s y Podemos y, especialmente, la rueda de prensa que protagonizó al día siguiente Pablo Iglesias --en la que rompió las conversaciones y convocó a su militancia a una consulta--, el pesimismo se ha extendido sin excepción. Se han desempolvado los manuales para candidatos y se asume con naturalidad que, en el mejor de los casos, los equipos negociadores tendrán que empezar a convivir con los de campaña. Los pactos de gobernabilidad o documentos de "cesiones" harán un hueco en las mesas de trabajo a los borradores de programas electorales o dosieres de preparativos para las primarias.

En una semana en la que se evaluará el sentir de las bases de Podemos, que decidirán entre apoyar el pacto del PSOE y Ciudadanos o insistir en un Gobierno de coalición de izquierda (voto que pide la dirección del partido morado), los socialistas ya empiezan a pensar en los posibles comicios de junio. La formación de Pedro Sánchez insiste en que seguirá "trabajando" para que su secretario general llegue a la Moncloa, e incluso ha pactado con Rivera estudiar y tratar de incorporar algunas de las recientes propuestas de Podemos a su acuerdo, pese a que la sensación generalizada es que la legislatura se va a truncar.

{"zeta-legacy-despiece-vertical":{"title":"Levy pide a S\u00e1nchez que \"se aparte y deje negociar a otro en nombre del PSOE\"","text":"La vicesecretaria de estudios y programas del\u00a0PP,\u00a0Andrea Levy, ha reclamado este domingo a Pedro S\u00e1nchez que, dado el fracaso de la reuni\u00f3n a tres, \"se aparte y deje negociar a otro en nombre del PSOE\". A su juicio, el l\u00edder socialista ha \"menospreciado al PP, a Mariano Rajoy y a sus m\u00e1s de siete millones de votantes\" al negarse a reunirse con el presidente en funciones y le ha advertido de que ya se est\u00e1 \"en tiempo de descuento\", pues quedan apenas tres semanas antes de que venza el l\u00edmite que marca la ley para ir a elecciones si no se inviste nuevo jefe del Ejecutivo. Levy ha considerado que la sociedad espa\u00f1ola ya est\u00e1 \"cansada y harta\" de la situaci\u00f3n actual, por lo que\u00a0ha instado a PSOE, Podemos y Ciudadanos a dejar de hacer \"teatros\" porque \"para jugar ya est\u00e1 el Trivial, el parch\u00eds y el Monopoly\"."}}

Además, el partido naranja tiene previsto insistir en que ahora toca sondear al PPahora toca sondear al PP, por lo que sus dirigentes recordarán en sus intervenciones públicas que sigue vigente la carta en la que ellos, junto a los socialistas, invitaban a los conservadores a participar en una reunión de equipos negociadores --que no de líderes-- para comprobar si hay margen de negociación. Si esa cita se concretase, C’s apunta que el PSOE está comprometido a acudir, al igual que ellos aceptaron sentarse con Podemos. Esa coyuntura no sería cómoda para los socialistas, que en todo caso ven poco probable el escenario e insisten en que no apoyarán de ninguna manera a Mariano Rajoy ni a ningún otro candidato popular. Por lo que la única vía de escape sería que los populares aceptasen una abstención que hiciese a Sánchez presidente que, oído lo oído, tampoco ocurrirá.

En este sentido, desde las filas populares se incide en que Rajoy solo tomará la iniciativa de levantar un teléfono para hacer algún movimiento en clave de investidura si Sánchez, oficialmente y de frente, da por finalizados sus intentos de convertirse en presidente antes del 2 de mayo. Si no, él seguirá con su escasa agenda como presidente en funciones y protagonizando mítines y haciendo anuncios en clave electoral, como ha venido haciendo hasta ahora. Hace semanas que da por hecho que habrá elecciones y repite que él quiere volver a ser candidato.

PERFILAR EL MENSAJE DE LA CULPA

En este contexto, el PSOE intentará descargar toda la culpa de que las negociaciones estén en vía muerta en Iglesias, retratándolo como un 'aliado' del PP que ha permitido la continuidad de Rajoy en el Ejecutivo, pero al mismo tiempo son muchos los dirigentes que consideran que la alianza con Ciudadanos, fuerza que en la anterior campaña fue tachada insistentemente de "nuevas generaciones populares", ha "estrechado" su "espacio político".

En cuanto a la logística, aparcado ya el congreso para elegir a su nuevo líder, los socialistas, como los principales partidos --salvo el PP-- tendrían que convocar unas primarias si se confirma que la única salida es la repetición de las generales. En principio, Sánchez repetiría como candidato, ya que su principal rival interno, la andaluza Susana Díaz, esperará hasta después de los hipotéticos comicios para aspirar al control del PSOE.    

ALIARSE O NO CON IU

En el caso de Podemos,  se aguarda el resultado de la consulta convocada esta semana. No se esperan sorpresas en un resultado que llega condicionado: si a los votantes morados les diese por avalar el acuerdo PSOE-Ciudadanos, la dirección del partido dimitiría. Así las cosas, lo más probable es que los podemistas sigan mirando de reojo a Pedro Sánchez y su equipo por si hicieran algún movimiento de última hora. Poco probable.

Mientras, dirigentes relevantes como el propio Pablo Iglesias , Iñigo Errejón o Pablo Echenique participan en actos que bien podrían definirse como de precampaña. La cúpula morada tendrá que decidir asimismo en estos días si impulsa unas primarias en caso de comicios y, lo que será más complejo, si renueva las alianzas con las confluencias y/o experimenta y fomenta el acercamiento a Izquierda Unida, como desea Alberto Garzón.

En Ciudadanos, tratan de mantener su buena sintonía con los socialistas; sus ataques dirigidos a Mariano Rajoy y sus guiños al electorado popular, mientras repasan unas encuestas que les hacen afrontar con poco temor un más que probable adelanto electoral. En principio, Rivera también tendría que someterse a primarias si es que tuviera rival. Harto difícil. Pero como todos los demás, el partido naranja empieza a pensar en clave de elecciones.