El Congreso lleva al TC la pugna con el Gobierno

Patxi López conversa con un letrado del Congreso.

Patxi López conversa con un letrado del Congreso. / periodico

IOLANDA MÁRMOL / MADRID

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Era una decisión de escasa aplicación práctica pero con un poder simbólico tan rotundo que, visiblemente incómodo, Mariano Rajoy se levantó de su escaño y salió del hemiciclo para no escuchar el debate. No volvió ni siquiera para la votación. Ajeno a su ausencia, el Congreso aprobó llevar al Tribunal Constitucional (TC) el conflicto de atribuciones para forzar al Gobierno a someterse al control parlamentario, a pesar de estar en funciones. Todos los grupos, salvo el PP y sus socios de UPNvalidaron elevar la disputa a la justicia, convencidos de que la actitud de los populares es una afrenta a la democracia. 

La medida no conseguirá arrastrar a Rajoy a las sesiones de control, pero logró transmitir cierta imagen de épica parlamentaria, consiguió unir a partidos que durante todo el pleno protagonizaron un fuego cruzado de acusaciones y sienta un precedente que se convertirá en jurisprudencia. 

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"Es una medida cargada\u00a0","text":"de simbolismo y de \u00e9pica pero no arrastrar\u00e1 al PP a dar explicaciones\u00a0"}}¿Qué ocurrirá a partir de ahora? El Ejecutivo tiene dos opciones: cambiar de opinión y aceptar someterse al control parlamentario, o bien negarse. Si Rajoy vuelve a rechazar el requerimiento o ha transcurrido un mes y se mantiene en silencio,  los servicios jurídicos del Congreso llevaran el caso ante la justicia. Aunque las Cortes se lleguen a disolver con la convocatoria de unas eventuales nuevas elecciones, el procedimiento ante los tribunales continuaría adelante. 

'LA DEMOCRACIA NO ESTÁ EN SUSPENSO'

Justamente esa posibilidad de convocatoria electoral jugó una mala pasada a la vicepresidenta, que en los pasillos, planteó qué sentido tiene que promover esta iniciativa “cuando quedan 15 días para que se disuelvan las Cortes”. El lapsus, que luego matizó, dejó en evidencia las escasas esperanzas que alberga en que se pueda llegar a un pacto de gobierno antes del 2 de mayo, cuando expira el plazo. En todo caso, mientras el TC resuelve y el Parlamento continúa rodando, el PP quedará retratado, porque habrá formalmente sesiones de control en la que los grupos plantearán preguntas a las que los miembros del Gobierno no tienen previsto responder. 

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"Aunque no haya respuesta\u00a0","text":"inmediata, la respuesta judicial sentar\u00e1 jurisprudencia\u00a0"}}

Desde las filas socialistas el portavoz Antonio Hernando defendió la necesidad de que el Ejecutivo aporte explicaciones, aunque sus competencias estén limitadas. "La democracia no está en suspenso porque el Gobierno esté en funciones", señaló. Su homólogo en Podemos, Íñigo Errejón, afirmó que los verdaderos antisistema no son los que ocuparon las plazas el 15M sino “los poderosos sin control alguno”, y pidió a Rajoy que comparezca y termine su mandato “con dignidad”. Juan Carlos Girauta, de Ciudadanos, irónico, recomendó a Rajoy que en términos parlamentarios no se aplique aquel "less is more" (menos es más) que defendió el célebre arquitecto de la Bauhaus, Mies Van Der Rohe. El minimalismo, concluyó, no es la mejor opción política.  

Ningún argumento hizo moverse al PP, cerrado en banda, y dispuesto a navegar lo que quede de legislatura con el viento en contra.