El apoyo a Besteiro abre otra brecha de Sánchez con el PSOE andaluz

Los socialistas andaluces recuerdan que Chaves y Griñán dieron un paso atrás por "cuestiones menores" que las imputaciones del líder gallego

Besteiro, tras Pedro Sánchez, este jueves, durante la visita del líder socialista a A Coruña.

Besteiro, tras Pedro Sánchez, este jueves, durante la visita del líder socialista a A Coruña. / vmo

JULIA CAMACHO / SEVILLA

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La dirección del PSOE andaluz ha encontrado un nuevo motivo para mantener abierto su enfrentamiento con el secretario general Pedro Sánchez y la cúpula de Ferraz a cuenta del respaldo del líder socialista hacia el todavía secretario general del PSG-PSOE José Ramón Gómez Besteiro pese a la decena de imputaciones que pesan sobre él. Así, no han dudado en recordar que los expresidentes andaluces implicados en el caso de los ERE, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, dieron un paso atrás “por cuestiones menores” que las que afectan al líder gallego.

Gómez Besteiro, uno de los barones más cercanos a Pedro Sánchez, ha sido imputado por una decena de delitos en dos procesos judiciales por corrupción. El gallego ha renunciado a encabezar las listas para convertirse en el próximo presidente de la Xunta pero mantiene su posición orgánica. Este fin de semana, el líder socialista no dudó en expresar su confianza en la inocencia de su compañero, y dijo no encontrar motivos para que abandonara su puesto en el partido, recordando que el código ético de la formación establece como línea roja para dejar los cargos públicos u orgánicos la apertura del juicio oral.

CHAVES Y GRIÑÁN

Este respaldo ha levantado no pocas ampollas en un ya de por sí predispuesto PSOE andaluz, que este miércoles volverá a ver como sus dos máximos dirigentes en los últimos 23 años, los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán, se enfrentan de nuevo a la pena del “paseíllo” mediático a la entrada de los juzgados para declarar en la pieza política del caso de los ERE fraudulentos.

La situación de los expresidentes andaluces cuando fueron señalados por la juez Mercedes Alaya revolvió las entrañas del partido. Convertidos en el ariete del PP en esa pelea del “y tú más” cada vez que se les recordaba el 'caso Gürtel', Griñán abandonó la presidencia de la Junta para tratar de proteger a la institución de ese debate embarrado y se refugió en el Senado, mientras su antiguo amigo Manuel Chaves mantenía su acta en el Congreso. Sin ninguna responsabilidad orgánica ya, Ciudadanos y Podemos exigieron que entregaran sus actas como paso previo para desbloquear la investidura de Susana Díaz.

Desde Ferraz insistieron que en el momento en que se les imputara un delito concreto tendría que dejar sus escaños, un listón más bajo que el del código ético que fue marcado por la propia Díaz y al que más tarde se adhirió Sánchez. Y así ocurrió en junio tras conocerse que el Tribunal Supremo hallaba delitos de prevaricación administrativa.

DIFERENCIA DE CRITERIO

El proceso aún no se ha cerrado ni se ha abierto juicio oral, por eso entre los socialistas andaluces extraña que Gómez Besteiro, que sí está imputado por corrupción, siga al frente del partido. El más claro ha sido el numero dos de Susana Díaz, el secretario de organización, Juan Cornejo, quien esta misma mañana subrayaba el gesto de “generosidad y de solidaridad” de los exmandatarios andaluces al “darlo todo, retirándose incluso absolutamente de la vida pública, sin que haya todavía nada que los señales como culpables de nada”.

Cornejo ha hecho hincapié en que su día se retiraron por cuestiones “menores” que las que afectan al secretario general del PSG-PSOE. De hecho, preguntado acerca de si Gómez Besteiro debería seguir el ejemplo de los expresidentes andaluces, zanjó con un “él sabrá”. Eso sí, se ha mostrado convencido de que el tiempo pondrá a cada uno en su sitio, “el de la gente que ha dedicado su vida al servicio público” y que han sido unos servidores públicos “que no se han llevado ni un solo euro”.