La hoja en blanco de Convergència

Jordi Turull interviene ante la asamblea de CDC de El Prat de Llobregat

Jordi Turull interviene ante la asamblea de CDC de El Prat de Llobregat / FERRAN NADEU

FIDEL MASREAL / BARCELONA

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La cita es en el pequeño local del partido en El Prat del Llobregat a las 19.30, y llega pocas horas después de que el alcalde convergente de Girona, Albert Ballesta, anuncie un pacto con el PP y Ciutadans (después frustrado) que más de uno acoge con sorpresa. El partido ha convocado a una asamblea abierta a simpatizantes para iniciar el "turno abierto", el título que se ha dado a una invitación a las bases y a gente de fuera a que digan cómo quieren que sea el partido y opinen absolutamente "de todo", como insistieron los cargos locales y el dirigente Jordi Turull. La expectativa, pues, es ver qué opinan las aproximadamente 40 personas que llenan el local.

La reunión comienza con un repaso de los malos resultados electorales en la comarca y la aprobación de las cuentas, "austeras", según subrayan. La única concejal asume que la tarea de oposición es "complicada". Gerard Valverde, coordinador de la sesion, pone deberes a partir de ahora: "Llegar a 30.000 personas, hablar con muchísma gente". Se emite un vídeo de Artur Mas invitando a la militancia a opinar. Tras ello, el jefe comarcal, Pep Llop -que había prometido ser muy breve- pide que el partido "siga siendo el que ha sido siempre" pero ampliándose y usa conceptos más bien clásicos como "pal de paller" y "centralidad". La media de edad del auditorio, sobre los 60 años. Llop se desmarca tanto de "la izquierda doctrinaria" como de "la gente claramente en contra de que Catalunya pueda hacer su camino".

¿AUTOCRÍTICA?

Es el turno ya del invitado, Jordi Turull, jefe parlamentario del partido. Ya son las 20.30. Habla del momento "fundacional" de CDC en sintonía con el de Catalunya y subraya que no quiere dar su opinión para no infuir. "Hemos hecho mucho trabajo con la azada, ahora hemos de diseñar el tractor, no os diré como ha de ser porque volveríamos a hacerlo como siempre", explica, y aclara que esta vez "cuatro cerrados en un despacho" no serán quienes decidan. Inivta a cuestionarlo todo pero "pensar en grande, no cayendo en la anécdota". Las palabras Pujol, corrupción, recortes, no aparecen en la sesión. La única pista política que ofrece Turull es la propuesta de mantener a CDC en el "carril central" de la política y no situarse en las aceras. E invita a llenar una hoja en blanco. ¿Autocrítica del pasado? "Quien no lava platos no rompe ninguno, evidentemente alguno se ha roto, ahora diseñamos el lavavajillas", comenta.

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Son ya casi las 20.45. Y Valverde abre por fin el turno de palabras para que todos puedan dar su opinión. Eso sí, pide que sea "muy breve". Tan breve que nadie dice nada. Un joven pide cómo se gestionará la información de las encuestas que rellenará la militancia. Turull responde que tras los debates y el vaciado de las encuestas se elaborarán documentos que volverán a las bases para discutirlos. Otro pregunta a quién se puede hacer llegar la encuesta. La respuesta es que a todos los que formen parte "del perímetro" y que quiera ayudar a la reflexión. Son ya casi las nueve. Turull tiene otro acto, Pep Llop también. Se marchan. De hecho se levanta la sesión. "Haced este proceso con una sonrisa", pide finalmente Turull. Quizás habrá más debate en las dos sesiones convocadas la próxima semana. A puerta cerrada. En una pizarra vileda los militantes se apuntan a una u otra convocatoria. Y se marchan a su casa.