EL PULSO SOBERANISTA

El Poder Judicial elige a un crítico con el independentismo para presidir el TSJC

Jesús María Barrientos augura tensiones con el Parlament y el presidente de la Generalitat

Jesús María Barrientos, el nuevo presidente del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya

Jesús María Barrientos, el nuevo presidente del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya / periodico

J. G. ALBALAT / BARCELONA / MARGARITA BATALLAS / MADRID

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El pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el órgano de gobierno de los jueces, ha elegido como nuevo presidente del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) al actual presidente de la sección Octava de la Audiencia de Barcelona, Jesús Maria Barrientos, de la centrista asociación Francisco de Vitoria y muy crítico con el independentismo.

Barrientos ha obtenido 12 votos frente a los 9 logrados por el anterior presidente del tribunal, Miguel Ángel Gimeno, de la progresista Jueces para la Democracia, y los obtenidos por Fernando Lacaba, de la conservadora Asociación de la Magistratura y presidente de la Audiencia de Girona. La importancia del nombramiento se deriva del proceso judicial contra el expresidente de la Generalitat, Artur Mas, por presunta desobediencia por el proceso participativo del 9 de noviembre del 2014.

En su comparecencia para exponer su plan de gobierno, el pasado 12 de enero, Barrientos se refirió al proceso soberanista catalán. Ya en su proyecto de trabajo, el magistrado prevé "serias dificultades en el mantenimiento de los cauces normales de las relaciones institucionales tanto con la presidencia del Parlament como con la presidencia de la Generalitat" si persisten en tirar adelante el proceso soberanista, "en la medida que ha de suponer una ruptura con la legalidad constitucional y la desobediencia de las resoluciones que puedan proceder de los órganos constitucionales", entre los tribunales.

El nuevo presidente del TSJC considera que "si se verificase ese escenario político de ruptura" las relaciones del TSJC con la Administración autonómica estarían condicionadas por "criterios de excepcionalidad propios de cada momento para ajustarse estrictamente a las impuestas por la legalidad vigente". El candidato reconoció ante el CGPJ que en la declaración rupturista aprobada el pasado 9 de noviembre por el Parlament se "anuncia en términos directos una desconexión" y, en su opinión, lo que se acuerda es "una desobediencia pero sin usar ese término". Por eso, a su entender, "en ese escenario previsible de ruptura" las relaciones con el Govern o el Parlament serían delicadas".

LOS OTROS CANDIDATOS

Ni Gimeno ni Lacaba se refirieron de entrada al proceso soberanista en su exposición, pero fueron preguntados por el ponente del CGPJ al final de su comparecencia. Gimeno afirmó que "no quiere contemplar una desconexión" y recordó que el poder judicial no debe convertirse en "actor político", sino que debe centrarse en aplicar la ley y en la "defensa de la constitucionalidad". Lacaba, por su parte, también rechazó una posible ruptura. "El principio de cumplimiento de la ley y de la Constitución y de sometimiento de los poderes legislativos y ejecutivos por parte del Ejecutivo catalán al impero de la ley pueden darlo por descontado mientras personas como mis compañeros que han pasado por aquí y yo seamos presidentes y tengamos cargos gubernativos", dijo.

El nuevo presidente del  TSJC inició su andadura como juez en mayo de 1985 en Astorga (León). Llegó a Barcelona en 1985, donde ocupó un juzgado de distrito. Recaló en la Audiencia de Barcelona en 1988. Es presidente de la sección Octava y miembro de la Sala de Gobierno del TSJC. Ha sido profesor universitario y consultor de la Unión Europeea.