Lo que ha llovido en 85 días sin lluvia en Barcelona

Duran, Mas, UPD y el bipartidismo, evaporados por la sequía

El líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, durante su encuentro con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el 3 de noviembre en la Moncloa.

El líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, durante su encuentro con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el 3 de noviembre en la Moncloa. / periodico

ROGER PASCUAL / BARCELONA

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Hace 85 días que no llueve en Barcelona pero ha llovido mucho desde entonces en el mundo de la política. El 3 de noviembre Artur Mas aún era 'president' de la Generalitat y faltaban todavía seis días para que el Parlament aprobará la declaración de ruptura, el inicio del procés de desconexión con España. Josep Antoni Duran Lleida, todavía presidente de Unió, se reunía con Mariano Rajoy mientras esperaba repetir como diputado en Madrid. Cristóbal Montoro amenazaba con cortar a la Generalitat el grifo del FLA mientras que UPyD, que entonces aún tenía representación parlamentaria, se sumaba a los que pedían que el Gobierno del PP suspendiera la autonomía de Catalunya aplicando el artículo 155. 

Ese último día de lluvia, Carme Forcadell se preparaba para iniciar la ronda de contactos para la investidura del Parlament, sin saber que el proceso se alargaría más de dos meses y que acabaría siendo elegido sobre la bocina un Carles PuigdemontCarles Puigdemont que ni siquiera se había imaginado dejar la alcaldía de Girona. Fuera de Girona era un desconocido para el gran público igual que Gabriel Rufián o Xavier Domènech, que terminarían siendo cabezas de lista de las candidaturas más votadas en Catalunya en las elecciones generales. En Comú Podem, que ganaría en Catalunya el 20-D, no hacía ni una semana que había nacido pero ya soñaba con tener un grupo parlamentario que ganaría en las urnas pero perdería en los despachos. Y Ciudadanos se envalentonaba al ver que algunas encuestas les situaban segundos en la carrera hacia la Moncloa, antes del bajón de la noche del 20-D. 

El temporal de las elecciones generales se llevó por delante al bipartidismo, con la entrada poderosa de Podemos y Ciudadanos en el Congreso, y convirtió a UPyD y a Unió en fuerzas extraparlamentarias. Duran, tras treinta años al frente de los democristianos, anunció que dejaba la presidencia. Mas, tras la enésima negativa de la CUP a investirse, tuvo que hacerse a un lado, ceder la presidencia a Puigdemont y centrarse en refundar su partido para romper defintivamente con el pasado. Jordi Pujol y su esposa fueron imputados igual que el PP, el primer partido de la historia de la democracia en ser investigado (antes imputado), sumándose al degoteo de cargos populares salpicados por escándalos de corrupción. Pedro Sánchez, pese a los golpes recibidos dentro y fuera del PSOE, sigue soñando con ser presidente de España. Pero, pese a tanto cambio, Mariano Rajoy sigue siendo el inquilino en la Moncloa mientras que el 'procés' independentista sigue adelante.