Convergència hará una consulta para decidir si cambia de nombre

Convergència Democràtica hará una consulta interna a los aproximadamente 30.000 militantes del partido para decidir si ha de mantener o no su actual nombre. Así lo ha decidido la cúpula de la formación a la vista de que existen posiciones distintas respecto a esta cuestión formal pero no menor.

Por un lado, existe la opción favorable a cambiar el nombre. Los que defienden esta modificación argumentan que Convergència ha quedado asociada a la etapa de casos de presunta corrupción y al pujolismo, y la renovación radical que muchos reclaman a nivel interno pasa también por un cambio de denominación. Por otra parte, ha tomado cuerpo la tesis de no cambiar el nombre que dieron los fundadores al partido. Esta tesis la defienden quienes creen que el partido ha despistado a la militancia con cambios de denominación, como el que fue necesario para constituir Junts pel Sí o el de Democràcia i Llibertat, que adoptó Convergència para concurrir a las elecciones del 20-D.

DESORIENTACIÓN DE LOS VOTANTES

En el partido se explican casos concretos de militantes que en los comicios generales no votaron a CDC porque no identificaban la marca del partido en las papeletas del colegio electoral correspondiente. Por todo ello, los que defienden el nombre actual apelan a la recuperación del orgullo herido. No en vano una campaña reciente del partido ha consistido en potenciar el concepto "convergents", para reivindicar la idiosincrasia de la formación.

Entre las dos tesis --cambiar el nombre o mantenerlo-- existe también la posibilidad de que a la denominación actual se añadiera otro concepto. Esta sería la vía intermedia.

La consulta a la militancia todavía no se ha concretado, pero tendrá que llevarse a cabo en el contexto del congreso que celebrará CDC los días 3, 4 y 6 de junio. Un cónclave que probablemente también abra a toda la militancia la elección del nuevo secretario general mediante elecciones primarias si finalmente existe más de un candidato a ocupar este puesto. Por el momento, el 'exconseller' de Justicia, Germà Gordó, y el actual jefe de filas de CDC y de Junts pel Sí en el Parlament, Jordi Turull, son los dos aspirantes al cargo.