LA NUEVA LEGISLATURA

Rajoy opta por un repliegue táctico para presionar al PSOE

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, esta tarde en rueda de prensa.

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, esta tarde en rueda de prensa. / periodico

PATRICIA MARTÍN / MADRID

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Pablo Iglesias y su oferta al PSOE para conformar un Gobierno de coalición de izquierdas provocaron que el presidente en funciones, Mariano Rajoy, comunicara horas después al Rey que no está dispuesto a presentarse en primer lugar a la investidura. Felipe VI, tras concluir con el líder del PP la ronda de consultas para designar un candidato a jefe del Ejecutivo, ofreció a Rajoy presentarse a la reelección, pero este declinó la oferta, según comunicó, al filo de las ocho de la tarde, la Casa del Rey y después confirmó el aspirante conservador en una rueda de prensa en la Moncloa. Se trata, no obstante, de un repliegue táctico para presionar al PSOE y que Pedro Sánchez, si cree que tiene apoyos, opte él a presidir el futuro Gabinete.

De hecho, Rajoy dejó claro que no tira la toalla y no renuncia "a nada". "Mantengo mi candidatura pero aún no tengo los apoyos necesarios", manifestó, además de rechazar dar un paso atrás para que sea otro dirigente del partido quien intente aunar más consenso. A primera hora de la mañana, la presidenta del PP madrileño, Esperanza Aguirre,  sugirió al líder de su partido que se aparte -el mismo sacrificio personal que ella ofreció al PSOE en mayo para evitar que la alcaldía de Madrid recayese en Manuela Carmena- para impedir así que Podemos llegue al poder. Pero Rajoy, acompañado por la vicepresidenta, Soraya Saénz de Santamaría, y la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal (por primera vez juntas desde hace mucho tiempo), rechazó de plano esta posibilidad. “Es muy importante respetar la voluntad de la gente que mayoritariamente ha votado a un candidato”, manifestó.

GIRO EN 24 HORAS

Solo un día antes, Rajoy había asegurado que se sentía “con fuerzas” para someterse ya a la investidura, para acallar las voces que en su fuerza política y en otras barajaban la posibilidad de que el líder del PP renunciara al escarnio de someterse al debate, a sabiendas de que iba a perder la votación. Sin embargo, el jueves, el presidente no contaba con que Iglesias, en su reunión con el Monarca, iba a poner en bandeja a Sánchez un Gobierno de coalición, sin apenas líneas rojas en la negociación.

Este paso provocó que el líder del PP manifestase al Rey que “en este momento no está en condiciones” de someterse a la investidura porque “todavía” no cuenta con “votos suficientes”. “No tendría sentido que yo me presente para que empiecen a correr los tiempos […] Ni que continúe preparando el debate mientras están negociando ya el reparto del Gobierno”, sentenció, en referencia a la oferta de Iglesias de él ostentar una vicepresidencia.

SIN ATISBO DE AUTOCRÍTICA

Lo que Rajoy no explicó es cómo prevé convencer a Sánchez de que rechace a Iglesias y se avenga a conformar una gran coalición entre PP, PSOE y Ciudadanos. Se limitó a señalar que “seguirá trabajando” y continuará “hablando” para intentar conformar una opción “moderada” que tenga como prioridades la recuperación económica, el Estado del bienestar, la defensa de la unidad de España y la lucha contra el terrorismo.

El conservador cargó además contra la propuesta “ni moderada ni centrada de Iglesias” y, sin atisbo de autocrítica, culpó a Sánchez de que en España no se esté forjando ya una gran coalición.