Rajoy a Bertín Osborne: "Ser presidente del Gobierno de mi país es la pera"

Turno para Mariano Rajoy en la casa de Bertín Osborne. Tras las confesiones, la semana pasada, del secretario general y candidato del <strong>PSOE</strong>, <strong>Pedro Sánchez</strong>, este miércoles el protagonista de 'En tu casa o en la mía' fue el presidente del Gobierno y aspirante a la reelección del PP. Durante la entrevista con el cantante y empresario, Rajoy aseguró haber pasado momentos "enormemente duros" durante estos cuatro años en la Moncloa, pero eso no es óbice, añadió, para sentirse "orgulloso y satisfecho" de su trabajo. En definitiva, resumió: "Ser presidente del Gobierno de mi país es la pera".

El presidente del Gobierno se presentó en la residencia de Osborne con una botella de albariño ("el vino de primera categoría" de Galicia) bajo el brazo. Entre otras cosas, Rajoy confesó que no ha sido de muchas novias y que para conquistar a su mujer, Elvira Fernández, tuvo que darle "argumentos y razones" porque en esas cosas "uno se bandea como puede". Y acertó, explicó, bromeando con el hecho de que elegir a su esposa puede ser la excepción que confirma la regla de lo que dice de él la oposición cuando apunta que no acierta nunca.

En el aparentemente acogedor sofá de Bertín, el presidente comentó la relación que mantiene con algunos dirigentes políticos: confesó llevarse "muy bien" con José Luis Rodríguez Zapatero, señaló que Felipe González es "un tipo constructivo con el que da gusto hablar" y admitió que tiene sus diferencias con Esperanza Aguirre. "Hemos tenido alguna cosilla, pero nos vamos bandeando", bromeó. El momento de más morbo fue cuando el cantante le preguntó por su antecesor en el cargo, José María Aznar. Sobre él aseguró que siempre se han llevado bien aunque es imposible coincidir al cien por cien con alguien. Lo que no consiguió el presentador fue que le dijera a qué político admira.

SUS PRIMEROS PASOS

Rajoy rememoró momentos de su vida, como su infancia en León y su juventud en Pontevedra, sus horas estudiando la oposición para registrador y sus inicios en la política en Galicia, contando una anécdota de cuando se debatió en el Parlamento gallego qué ciudad debía ser la capital de la comunidad -A Coruña o Santiago- en una discusión acalorada que acabó con "bofetadas". Eso sí, entre periodistas, no entre políticos, apostilló.

También confesó el presidente su alergia a la exposición pública y admitió que no le gusta hacer entrevistas. "Tengo cierta tendencia que me reprocha todo el mundo a no ir a ningún sitio", dijo Rajoy, después de asegurar que ha acudido a este programa animado sobre todo por su esposa.

"EL INGLÉS ME CUESTA"

Otra de las confesiones que realizó Rajoy fue que el inglés le cuesta. Pero que en determinadas circunstancias se "maneja", como cuando se encontró con Barack Obama en el gimnasio del hotel en el que coincidieron en Sudáfrica. "Para lo que no me manejo es para dar un discurso sobre el déficit del sector exterior", remachó.

 <strong>Mariano Rajoy: "El inglés me cuesta"</strong>

En el capítulo de traumas, el presidente explicó que no ha vuelto a subirse a un helicóptero desde el accidente que sufrió en el 2005 en compañía de Esperanza Aguirre. Ni siquiera cuando se lo ofreció el presidente francés, François Hollande, para ir con él y con la canciller alemana, Angela Merkel, al lugar del accidente de Germanwings en Los Alpes. Rajoy prefirió tres horas de coche. Y un viaje en coche en el que se quedó dormido le provocó otro grave accidente en su juventud que le llevó a dejarse por vez primera la barba.

Al hablar de sus hijos bromeó diciendo que sería peor que fueran del equipo de fútbol contrario al suyo (el Real Madrid) a que se hicieran del PSOE.

En la cocina, Rajoy y Osborne compartieron un aperitivo de productos gallegos.El presidente se definió como un "crack" abriendo latas en su etapa de estudiante ante su falta de eficacia en la cocina y lamentó que los Consejos Europeos sean el peor sitio del mundo para comer. Lo suple, añadió, alimentándose de pan con aceite.

La entrevista concluyó con una partida de futbolín que Rajoy (que jugaba con los colores del Barcelona por indicación de su anfitrión) ganó por goleada. Pero confesó que llevaba un mes practicando...

 <strong>Bertín y Rajoy, frente a frente en el futbolín</strong>