Así fue la reunión en el Palau de la Generalitat entre Junts pel Sí y la CUP

La reunión reuniónde más de dos horas que mantuvieron este miércoles en el Palau de la Generalitat Junts pel Sí y la CUP fue "muy mal". Así lo admiten sin tapujos fuentes directamente conocedoras del encuentro negociador. A la cita asistieron el 'president' en funciones, Artur Mas, el 'conseller' de Presidència, Francesc Homs, el coordinador general de CDC, Josep Rull, y los dirigentes de ERC Oriol Junqueras y Marta Rovira. Y por la CUP, los diputados Anna Gabriel, Benet Salellas y Antonio Baños.

De entrada, los representantes del Govern y de Junts pel Sí desplegaron la propuesta conocida este jueves: Mas delegaría parte de sus atribuciones como 'president' a tres responsables de las áreas económica, de bienestar y el área institucional y de acción exterior. El equipo de Junts pel Sí desplegó a fondo la descripción política y técnica de estos cambios. Y a continuación subrayó el compromiso de someter al Govern a una cuestión de confianza en 10 meses. Una propuesta con la que Mas trataba de vencer el recelo de la CUP respecto al cumplimiento de la hoja de ruta rupturista por parte de la coalición que integra a CDC, ERC y a independientes.

Una vez expuesto este plan, la respuesta de la CUP fue un 'no' con el argumento de que Junts pel Sí no se había movido en absoluto porque Mas seguía siendo el candidato. Y los representantes de la formación anticapitalista reiteraron que su compromiso era el de no apoyar la investidura.

¿LA ALTERNATIVA?

A continuación, los dirigentes de Junts pel Sí fueron quienes emplazaron a los tres diputados de la CUP a formular una propuesta alternativa, a mover ficha. La reacción de los tres parlamentarios fue que corresponde a Mas y a su equipo formular nuevas propuestas. Todas las fuentes consultadas confirman que se produjo una situación de bloqueo total.

En la sesión matinal de este jueves en el Parlament era evidente también el malestar y enojo de los diputados de CDC y de Junts pel Sí respecto a la CUP. "Yo ya no veo nada", es la respuesta de un diputado de Junts pel Sí a la pregunta de cómo ve la situación tras la votación del pleno en la que de nuevo la CUP ha rechazado apoyar a Mas. "No entiendo nada", asumía un miembro del Govern. "Estamos en un momento agónico", indicaba otro integrante del Consell Executiu. Las dos intervenciones de Antonio Baños han sido seguidas por parte de los diputados de Junts pel Sí con evidente incomodidad, en especial cuando ha afirmado que la CUP es el único partido limpio de corrupción. En ese momento, incluso algún 'conseller' ha gesticulado ostensiblemente para expresar su malestar, y también ERC ha protestado.

CONSIGNA: NO CEDER

En este contexto de malestar tras la votación, el grupo de Junts pel Sí se ha reunido en el Parlament para cerrar filas. Han recibido a Artur Mas con un cálido aplauso de los diputados del grupo. Y las intervenciones de Raül Romeva, de Oriol Junqueras y del propio Mas han girado en torno a la convicción de que a quien corresponde mover ficha es a la CUP y que Junts pel Sí no alargará la negociación más allá de un plazo prudencial de días.

La conclusión de la reunión es que no será por Junts pel Sí que se abandone hoy por hoy la negociación con la CUP, pero que no se va a mantener la situación de interinidad e incertidumbre hasta el 10 de enero, que es cuando vence el plazo para lograr la investidura de un 'president' o, de lo contrario, se convocarían automáticamente, por ley, nuevas elecciones autonómicas.

¿HAY MARGEN?

Pese a este ambiente tan enrarecido, la respuesta en público de Junts pel Sí sigue siendo que existe margen para el acuerdo y que cabe seguir apelando al optimismo, como ha hecho el líder de ERC, Oriol Junqueras, justo tras la votación de este jueves, en los pasillos del Parlament. No en vano, también las dos intervenciones de Baños en el debate han insistido en la voluntad de su grupo de seguir "atornillados" a la mesa negociadora buscando un acuerdo.