Sánchez: "Rajoy ha azuzado el anticatalanismo"

JUAN RUIZ SIERRA / MADRID

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Pedro Sánchez ha dejado este miércoles atrás su lenguaje conciliador con el PP en relación con Catalunya. El día anterior, durante su breve reunión en la Moncloa con el presidente Mariano Rajoy para coordinarse frente a la resolución de ruptura con España aprobada por el Parlament con los votos de Junts pel Sí y la CUP, el líder y candidato socialista subrayó los elementos que le unen al jefe del Ejecutivo, básicamente el respeto a la Constitución y la defensa de la unidad de España. No hubo ni un solo reproche. Esta vez, en cambio, el secretario general del PSOE ha insistido en que Rajoy es responsable del actual conflicto territorial.

El jefe de la oposición, que apoya el recurso que el Gobierno presentará este miércoles ante el Tribunal Constitucional para anular la resolución secesionista (que sienta las bases para el “inicio de la creación del Estado catalán independiente”), ha recordado las “mesas petitorias” que impulsó Rajoy contra el Estatut para “azuzar el anticatalanismo” y las polémicas declaraciones del exministro de Educación, José Ignacio Wert, que a comienzos de esta legislatura se comprometió a “españolizar a los niños catalanes”.   

EL "TRATAMIENTO UNIFORME"

“El PSOE siempre ha tenido la misma posición y desgraciadamente el PP no lo ha entendido. El PP no reconoce la diversidad territorial de un país tan rico como el nuestro. El tratamiento uniforme del PP hacia España hace que suba el secesionismo como la espuma. Ocurrió con [José María] Aznar y ha ocurrido con Rajoy”, ha señalado Sánchez en Tele 5. “A Rajoy le he visto muchas más veces detrás de los tribunales que liderando una respuesta política”, ha insistido.

Así que el conflicto en Catalunya no quedará fuera de la campaña de las elecciones generales del próximo 20 de diciembre. Sánchez acompaña a Rajoy en la respuesta inmediata, en “defensa de la legalidad democrática”, frente al proceso independentista. Pero la gravedad que otorga a la actual situación no implica que haya aparcado su visión sobre la actitud del PP ante este problema, que en su opinión se ha basado en la “inacción”, el “no mover un pelo”, mientras que los socialistas llevan varios años reclamando una reforma constitucional de corte federal que, entre otras cosas, propone blindar competencias autonómicas, reconocer hechos diferenciales y mejorar la financiación.

Aun así, también ha habido cierre de filas. “Me separan muchas cosas, pero hay una cosa que me une: la Constitución española”, ha explicado el líder del PSOE, que cree que después de las generales se abrirá un nuevo escenario. "Gane el PP o ganemos nosotros, tenemos que poner encima de la mesa una solución política", ha dicho. Y si Sánchez se convierte en el próximo inquilino de la Moncloa, hará "cumplir la ley" e impulsará que la comisión constitucional del Congreso explore la reforma de la Carta Magna.  

REUNIÓN CON ICETA

Sánchez, por otro lado, reunirá esta tarde en Madrid a los presidentes autonómicos del PSOE (salvo el valenciano Ximo Puig y la balear Francina Armengol, que no podrán asistir por problemas de agenda) junto al líder del PSC, Miquel Iceta, para coordinar la respuesta de los socialistas. El encuentro también pretende, según fuentes de la dirección del partido, evidenciar que la mayor parte del poder territorial está en sus manos, que todos apoyan al primer secretario del socialismo catalán y que el federalismo es una apuesta aceptada por el PSOE en su conjunto.

Ya al mediodía, tras reunirse con el grupo de expertos que coordinan el programa electoral, que será definitivamente aprobado este fin de semana en la conferencia política del PSOE, Sánchez ha cargado contra el president en funciones y líder de CDC, Artur Mas, que el martes fracasó en su intento de ser investido de nuevo como máximo dirigente de la Generalitat. "Escucho a Mas hablar de lo bien que vivirán los catalanes fuera de España. Todo mentira", ha sostenido. 

CIERTO DESÁNIMO

En los últimos tiempos se ha instalado cierto desánimo en las filas socialistas, que ven cómo las encuestas amplían la ventaja del PP. Incluso algunos sondeos colocan a Ciudadanos por delante del PSOE. Sánchez intenta combatir el desaliento con múltiples apariciones en los medios y en actos del partido, donde su principal mensaje electoral es que él, dado que Podemos se encuentra lejos de las expectativas de voto de hace unos meses, representa la única alternativa "capaz de poner fin a la derecha". 

"Estamos en una encrucijada en la que la ciudadanía deberá optar entre el inmovilismo y el progresismo", ha concluido el candidato en la sede del PSOE, en la madrileña calle de Ferraz, desde donde ha incidido en algunas de sus propuestas del programa, del ingreso mínimo vital para los hogares más necesitados hasta la derogación de la reforma laboral y posterior aprobación de un nuevo estatuto de los trabajadores.