"Renegado, traidor"

Los manifestantes españolistas reciben entre insultos a Gabriel Rufián, cabeza de lista de ERC el 20-D

Gente concentrada fuera del Parlament con diferentes banderas mientras se celebra el Pleno para la desconexión y la independencia.

Gente concentrada fuera del Parlament con diferentes banderas mientras se celebra el Pleno para la desconexión y la independencia. / periodico

XABIER BARRENA / BARCELONA

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Para ser un día histórico tampoco había tanta gente a las puertas del Parlament este lunes, durante la votación de la resolución. Unos 200 independendistas y una treintena de españolistas, separados por un mini-cordón de Mossos d'Esquadra, eso sí, bastante ruidosos. Sobre todo la trinchera de la rojigualda, quizá por contar con una inestimable ventaja logística: un megáfono.

Así, mientras los secesionistas iban profiriendo cánticos ("Adéu, Espanya, adéu" e "in-inde-independència") desde el altavoz unionista se iba vertiendo la sal gruesa. Por ejemplo cuando llegó <strong>Gabriel Rufían</strong>, el cabeza de lista de ERC para las elecciones generales del 20-D. El perfil de Rufián, castellanohablante e hijo y nieto de andaluces, fue el motivo por lo que los exhaltados le han dirigido lindezas como "renegado""traidor", "vete a Andalucía a independizar a tu pueblo" y un muy etnicista "tú de catalán no tienes nada".

Antes, la ira españolista se había dirigido a los políticos soberanistas a los que se les ha tildado de "sediciosos" y de provocar que, en breve "se líe una que ni os imagináis". El encuentro entre David Fernàndez de la CUP y Lluís Llach, ambos se han fundido en un abrazo, se ha producido delante, ya es mala suerte, del grupito españolista. Y óbviamente han arreciado los insultos de todo calibre.

Fernàndez se ha aproximado después a saludar a al grupito independentista y fue recibido con aclamaciones pero también con un "Mas, president que hizo torcer el gesto del portavoz anticapitalista. En el otro lado de la balanza, cabe señalar que en la aparición de la vicepresidenta Neus Munté, a quien se ha vinculado con una posible tercera vía de acuerdo entre CDC y la CUP para salvar la formación de un Govern mediante su investidura, se han escuchado gritos de "presidenta, presidenta" cuando ella ha abandonado el antiguo arsenal militar, hoy sede del Parlament.