EL DESAFÍO SOBERANISTA
Forcadell y la oposición enconan su pulso por el pleno de ruptura
RAFA JULVE / ROGER PASCUAL / BARCELONA
Nadie da su brazo a torcer. Unos tiran más de aquí y los otros tiran más de allá, lo que traducido a los tempos parlamentarios significa que la presidenta de la Cámara catalana, Carme Forcadell, ha convocado para este martes una reunión de la junta de portavoces pese a que el PP todavía no está constituido como grupo; una acción que ha tenido como reacción que los populares, Ciutadans, el PSC y Catalunya Sí que es Pot rechacen la validez de ese encuentro y culpen a los soberanistas de saltarse las leyes y el reglamento del propio Parlament. Les acusan de buscar atajos fuera de las normas con tal de que se celebre antes del primer debate de investidura el pleno de votación de la propuesta de resolución de Junts pel Sí y de la CUP en la que se aboga por iniciar la ruptura con España.
Con el argumento de que hoy finaliza el plazo de cuatro días para que la Mesa admita a trámite o rechace (será lo segundo) la petición de reconsideración del pleno formulada por Ciutadans y el PSC, Forcadell ha fijado la junta de portavoces previa para las 10.15 horas. Como el PPC no tiene representante designado --dispone hasta el jueves por la tarde para nombrarlo--, la presidenta de la Cámara ha instado a los populares a enviar a uno de sus diputados, a lo que los conservadores se niegan en redondo. «A las juntas de portavoces van miembros de pleno derecho, no invitados. Nosotros no avalaremos una reunión que comete una ilegalidad flagrante», denunció ayer el popular Enric Millo.
¿SON O NO SON UN GRUPO?
El bloque independentista alega también que, pese a no estar constituidos como grupo, los 11 miembros del PPC actuaron como tal al apoyar con sus firmas la semana pasada las peticiones de reconsideración de los otros partidos. La oposición niega la mayor pues no hay constitución oficial y añade que la reunión de la junta debe quedar en suspense y no celebrarse aunque haya finalizado el plazo de cuatro días de la petición de reconsideración.
Es más, Millo anunció que los 11 diputados de su partido elevarán de forma individual un recurso de amparo al Tribunal Constitucional si la junta de portavoces se celebra porque entienden que se vulneran sus derechos. Fuentes populares admiten que el pleno se acabará celebrando pero creen que todas estas acciones servirán para que la Mesa de Forcadell «acumule ilegalidades».
Pese a la polémica generada, la presidenta del Parlament insistió por la tarde en que mantiene la convocatoria. Ciutadans, el PSC y Catalunya Sí que es Pot anunciaron que tienen previsto asistir, pero avisaron de que lo harán únicamente para dejar constancia de que «la reunión no tiene ninguna validez», y para alertar a Forcadell de que estará «vulnerando» el reglamento de la Cámara si utiliza la reunión para tumbar las peticiones de reconsideración de la resolución secesionista.
«POR TIERRA, MAR Y AIRE»
«Tenemos una presidenta y una Mesa del Parlament sometidas a la voluntad del Govern. Es un abuso y un peligro para la separación de poderes», sentenció la candidata del PSC a las generales, Carme Chacón, quien prometió combatir «por tierra, mar y aire» la celebración del pleno. Sobre este extremo, ayer por la tarde se reunieron en el Parlament los primeros espadas de Ciutadans, Inés Arrimadas; PSC, Miquel Iceta; y PPC, Xavier García Albiol, para abordar la posible presentación de forma conjunta de un recurso de amparo al Tribunal Constitucional (TC) si la Mesa convoca el pleno.
En este otro frente judicial no estaría Sí que es Pot, que considera que el Parlament tiene que poder debatir sobre la independencia de Catalunya. El grupo izquierdista está evitando poner trabas a un pleno en el que también se debatirá una resolución propia a favor de negociar con el Estado la convocatoria de un referéndum de autodeterminación en el 2016.
ALMUERZO ICETA-DURAN
En paralelo a este toma y daca entre Forcadell y la oposición, Iceta almorzó con el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida. Fuentes conocedoras de la reunión, adelantada por Efe, explicaron que ambos hicieron una «valoracion genérica de la situación política catalana y madrileña» y coincidieron en manifestar su «preocupación» por la propuesta independentista de Junts pel Sí y la CUP.
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