LA FUERZA MORADA ANTE EL DESAFÍO INDEPENDENTISTA

Pablo Iglesias pide un doble referéndum simultáneo

El líder de Podemos rechaza ante Rajoy impugnar la iniciativa de Junts pel Sí y la CUP, pero reclama más diálogo

IOLANDA MÁRMOL / MADRID

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La nueva política aterrizó en la Moncloa con la irreverencia de sus formas de calle y la firme convicción de que el futuro debe construirse con los mimbres flexibles del diálogo, nunca desde la rigidez de las "trincheras" inamovibles o los "búnkeres". Pablo Iglesias salió de la reunión con Mariano Rajoy reafirmado en los abismos que les separan, pero determinado a encontrar un puente de diálogo que permita sostener un nuevo proyecto de país en el que Catalunya encuentre un encaje como nación.

Por primera vez, el secretario general de Podemos concretó que ese acuerdo debe pasar por dos referéndums que se realicen de forma "simultánea". Una votación vinculante en Catalunya para elegir si quiere permanecer en España o aboga por la independencia. Y otra en España, para reformar la Constitución. Con esta modificación, la Carta Magna incluiría el derecho a decidir de los catalanes. "Habrá que buscar un encaje constitucional para que Catalunya sea reconocida como nación dentro de España", reivindicó Iglesias en la rueda de prensa en la que explicó su primera conversación con Rajoy, a la que acudió con su atuendo habitual, en vaqueros.

EL TEATRO CATALÁN

Pero sus diferencias con los planteamientos del Gobierno popular, PSOE y C's son más que notables. Incluido el modo de actuar en el corto plazo: Iglesias confirmó que no avalará un eventual recurso ante el Constitucional contra la resolución independentista presentada en el Parlament por JxSí y la CUP JxSí CUP. Eso sí, garantiza que los diputados de Sí que es Pot no votarán a favor de este texto. Iglesias se mostró convencido de que, si él fuese presidente, ante una declaración rupturista dejaría actuar a los tribunales, e insistió en que la Cámara catalana no tiene capacidad para declarar la independencia. "La presidenta del Parlament puede hacerse un selfie, pero eso no rompe nada", ironizó.

CAFÉ CON REPROCHES

Mano tendida sí, pero complacencia, ninguna. Tomando un café, Iglesias aceptó ante Rajoy que el conflicto soberanista es uno de los retos que tiene el país, pero no el único, que "no se puede hablar de Catalunya sin hablar de España" y que es imprescindible reconstruir un proyecto atractivo. El líder de Podemos reprochó al presidente la actitud del PP en Catalunya , con la recogida de firmas contra el Estatut y "presionando" al Tribunal Constitucional para "recortarlo y bloquearlo". También afeó a los populares el "choque de trenes" provocado por esa actitud y transmitió a Rajoy que no le convence en absoluto su actitud "inmovilista".

Para el secretario general de Podemos, el PP, el PSOE y Ciudadanos se han encerrado en un "búnker", cuando la única salida para un proyecto de país reside en el diálogo. "No es tiempo ni de frentes ni de trincheras", reclamó Iglesias, que se mostró dispuesto a seguir hablando antes y después del 20-D aunque reciba "cerrazón y actitud bunkerizada" por parte de los otros tres partidos.

Reivindicó también a su partido como la única fuerza capaz para dialogar con el resto, porque no es partidario del frentismo. "El PP y sus aliados del búnker nos dejan solos y asumimos encantados ese rol" de responsabilidad de Estado, señaló. Y aseguró que si gana las elecciones se convertirá en un presidente que piense en la próxima década y no en los próximos dos meses.

"NADA PERDÍ"

Sostuvo Iglesias un complejo equilibrio entre el diálogo y el dar apariencia de líder de la oposición. Siguiendo a su referente intelectual, el postmarxista Ernesto Laclau, construyó un "nosotros" -Podemos- frente a un "los del búnker" y deslizó dosis de veneno argumental contra Rajoy. "Los dos teníamos claro con quién estábamos hablando. Y él estaba hablando con un adversario, no con quien puede llegar a componendas como Ciudadanos y el PSOE", subrayó. Rajoy se mostró comedido en su valoración de esta entrevista, en la que Iglesias le regaló el 'Juan de Mairena' de Antonio Machado, apelando al diálogo. "Con franqueza, nada perdí por mantener esa conversación", dijo el presidente del Gobierno. Puentes tendidos, acuerdos, no.