EL PULSO SOBERANISTA

Ciutadans, PSC y PPC juegan sus bazas para retrasar el pleno de ruptura

Los miembros de la Mesa del Parlament, en su reunión de ayer por la mañana.

Los miembros de la Mesa del Parlament, en su reunión de ayer por la mañana.

RAFA JULVE / JOSE RICO / BARCELONA

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Todo depende del PPC, que cuenta con el apoyo en lo esencial tanto de Ciutadans como del PSC, e incluso Catalunya Sí que es Pot le da la razón en ese punto. La tardanza de Xavier García Albiol para constituir su grupo parlamentario se ha vuelto a su favor y no desperdiciará esa baza. El hecho de que los populares no tengan nombrado a su portavoz impide que se celebre la junta en la que se debería fijar cuándo se vota la resolución independentista de Junts pel Sí y la CUP. Los conservadores tienen hasta el viernes 6 de noviembre a las 9.30 horas de la mañana. Si apuran el plazo, los portavoces se reunirían ese día y se debería abrir un plazo de enmiendas de dos días hábiles. Por tanto, si nadie encuentra atajos al reglamento, la votación sería como muy pronto el 10 de noviembre, un día después del primer debate de investidura, al que los secesionistas querían llegar con esa papeleta solventada para exhibir unidad aun a falta de saber quién será 'president'.

La jornada empezó con la presentación por parte de Ciutadans y el PSC de dos propuestas a la Mesa del Parlament para que reconsidere la admisión a trámite de la declaración independentista. Aunque lo hicieron por separado, los dos grupos se basaron sobre todo en dos argumentos: la ilegalidad del texto y la imposibilidad de llevarlo a la junta de portavoces porque el PPC no tiene todavía constituido su grupo y por tanto no dispone de representante (de ahí que no pudiera presentar por sí mismo una reclamación similar).

ALBIOL, "SATISFECHO"

Las propuestas de reconsideración se admiten de forma automática y hay un plazo de dos días para tomar la decisión definitiva por parte de la Mesa. Antes de ello debe escuchar a la junta de portavoces, pero si el PPC sigue sin tenerlo, no puede haber reunión hasta el viernes. «Estoy satisfecho de bloquear las pretensiones de los independentistas», se jactó Albiol dando a entender que apurará los tiempos. En el bloque del 'no' hay quien cree que la CUP no quiere negociar quién será 'president' si antes no ha quedado aprobado el texto de la ruptura.

El mismo líder popular admitió que el martes por la tarde hubo conversaciones a tres bandas con el PSC y Ciutadans para estudiar la estrategia. La de demorar el nombramiento del portavoz quedó clara. En cambio, las discrepancias llegaron (hay elecciones a la vista) cuando Albiol e Inés Arrimadas propusieron registrar una resolución alternativa que defendiera la unidad de España.

El PSC se negó a hacerlo y los líderes de PPC y Ciutadans lo criticaron con dureza e incluso exigieron a Pedro Sánchez que reconvenga a Miquel Iceta. La portavoz de los socialistas catalanes, Eva Granados, replicó que registrar esa proposición era dar argumentos al soberanismo porque daba carta de validez al texto de Junts pel Sí y la CUP y a la celebración de un pleno que, a su juicio, no debería siquiera convocarse.

INFORME JURÍDICO

Ciutadans actuó entonces por libre y presentó un texto propio que evaluará la Mesa la semana que viene. La unidad se rehizo al criticar que Junts pel Sí y Catalunya Sí que es Pot impidieran que los servicios jurídicos de la Cámara elaboren un informe (no vinculante) sobre la resolución soberanista. La oposición entiende que no se pide ese dictamen porque les daría la razón.