Un tabú que es vox pópuli

Joan Puigcercós, exlíder de ERC, se dirige a Felip Puig, en el 2010.

Joan Puigcercós, exlíder de ERC, se dirige a Felip Puig, en el 2010.

IGNASI FORTUNY
BARCELONA

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«Este es un tema vox pópuli», afirmó en marzo del 2005 el exconseller Josep Huguet (ERC) sobre las supuestas comisiones ilegales del 3% por parte de Convergència a las empresas a las que se adjudicaban obras públicas. Poco antes, el 24 de febrero del mismo año, el presidente de la Generalitat Pasqual Maragall, el socialista que acabó con 23 años de pujolismo, denunció en el Parlament las mordidas del 3% de CDC. Esta no fue la primera ni la última vez que las supuestas comisiones por parte de Convergència fueron denunciadas públicamente, pero sí la más sonada. Tras un rifirrafe con el entonces líder la oposición, Artur Mas, Maragall espetó el famoso: «Ustedes tienen un problema. Y ese problema se llama 3%». Inmediatamente después, Mas pidió una rectificación amenazando con dinamitar la negociación del Estatut. El jefe del Govern acató y se disculpó.

Maragall arrojaba así dudas sobre los gobiernos de Pujol en sede parlamentaria, algo a lo que CiU respondió con una querella contra el president. Unas prácticas que, de confirmarse, se iniciaron durante los gobiernos de CiU y que seguirían hasta el 2014, según explicaba El País, cuando fecha la última donación bajo sospecha de Teyco, en una supuesta trama triangular con CDC y con un papel clave de la fundación CatDem.

Una «tradición»

No obstante, el primero en hablar de las supuestas comisiones fue el expresidente de Esquerra Josep Lluís Carod-Rovira. El entonces líder de los republicanos recriminó a Jordi Pujol la existencia de una «tradición de percibir comisiones en obra pública de algunas administraciones». Fue en un debate de política general celebrado en septiembre de 1998.

Años más tarde, en agosto del 2014, Carod-Rovira volvió a hablar de las supuestas comisiones a CDC. El exvicepresidente del tripartito reveló que «alguien muy importante» de CiU le aseguró en su día que las comisiones serían de casi el doble del 3%, que llegarían al 5%. Carod-Rovira no fue el único dirigente republicano que acusó a CDC de cobrar comisiones a cambio de adjudicar obras públicas. «El cemento lo paga todo», dijo en un debate en el Canal 33 otro exlíder de Esquerra, Joan Puigcercós, dirigiéndose al actual conseller de Empresa i Ocupació, Felip Puig.

En el 2007, el sucesor de Pasqual Maragall en la Generalitat, el también socialista José Montilla, hizo un pequeño guiño a su predecesor, recordando sus palabras sobre el 3% en tono de broma. «Ustedes tienen un problema, que se llama José Montilla», ironizó también en un cara a cara con Mas en el Parlament, provocando murmullos y risas en la bancada convergente de la Cámara.

Escándalo reavivado

En la bancada socialista se hallaba ya entonces Miquel Iceta. El ahora líder del PSC auguró en agosto del 2014 que el caso Pujol «reavivaría» el caso 3%. La operación de la Guardia Civil en puertas de la campaña electoral catalana volvió a poner el foco en estas supuestas comisiones de CDC, que el partido siempre ha negado «con rotundidad». A principios de septiembre, el president Artur Mas, aprovechó una comparecencia parlamentaria sobre las elecciones del 27-S para negar el 3%, atribuir aquellos registros a una maniobra electoral, anticipar nuevos «montajes» y advertir de que otros partidos también cobraron de la investigada constructora Teyco. El ventilador sigue en marcha 17 años después de la denuncia de Carod-Rovira.