INCORPORACIÓN CONTROVERTIDA

Irene Lozano evita pedir perdón a los socialistas

La exdiputada de UPD, fichada por Sánchez, se limita a señalar que su incorporación muestra el "cambio" en el PSOE

JUAN RUIZ SIERRA / MADRID

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Irene Lozano no se retracta de sus múltiples declaraciones en las que hablaba del PSOE como un partido “corrupto”, que en lugares como Andalucía había creado “la dictadura perfecta”, al estilo del PRI mexicano. La apuesta personal de Pedro Sánchez, que al colocarla en el cuarto puesto de la lista al Congreso por Madrid ha creado un incendio en el partido, ha eludido pedir disculpas este domingo, a su llegada al acto de presentación de los candidatos a las generales, algo que le han pedido en los últimos días pesos pesados como el expresidente Felipe González, el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y todo el socialismo andaluz. 

“Creo que el hecho de que se quiera incluir a independientes como yo es un síntoma de cómo están cambiando las cosas en el PSOE. Además, yo he sido muy beligerante con el tema de la corrupción y sé que los militantes socialistas también son beligerantes”, se ha limitado a señalar Lozano, quien también se ha distinguido en los últimos tiempos por abogar por la recentralización de competencias autonómicas, cuando le han preguntado si pediría perdón.

"TOLERANTE CON LAS CRÍTICAS"

“Yo soy muy tolerante con las críticas, comprendo que existen distintos puntos de vista pero creo que me caracteriza poner el acento en lo que tengo en común con la gente y creo que mi trayectoria demuestra lo que tengo en común con la gente del PSOE”, ha explicado Lozano, cuya incorporación fue aprobada, dentro de un silencio clamoroso, el sábado por el Comité Federal, cuyos miembros, pese al malestar, han optado por no llegar al enfrentamiento abierto con Sánchez a dos meses de las generales del 20 de diciembre.