Rajoy admite que la corrupción ha dañado más al PP que la crisis

Rajoy, durante una conferencia en Madrid.

Rajoy, durante una conferencia en Madrid.

PILAR SANTOS / MADRID

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Mariano Rajoy ha admitido que los numerosos casos de corrupción que se han detectado en el PP en estos últimos años han sido la principal causa de los batacazos electorales que ha sufrido su partido en las últimas convocatorias. El presidente no había reconocido abiertamente el daño producido por los escándalos hasta ahora. Pocos días después de los comicios municipales y autonómicos de mayo, en los que el PP dilapidaron mayorías absolutas en comunidades y mayorías cómodas en numerosos ayuntamientos, Rajoy insistió en que el principal motivo de la pérdida de confianza era la crisis; los ciudadanos les estaban castigando por los recortes y porque su Ejecutivo había tenido que tomar «decisiones que no eran fáciles», dijo en una entrevista aquellos días en la Cadena Cope.

En cambio, este martes, en un coloquio organizado en Madrid por el Foro ABC-Deloitte, el jefe del Ejecutivo ha asegurado que la corrupción ha sido más dañina para el PP que la crisis. Rajoy, que intentará revalidar su cargo en la Moncloa en las elecciones generales del 20 de diciembre, ha admitido que «probablemente tengan razón» los que consideran que el PP no reaccionó «rápidamente» y fue «timorato» al saltar a la luz los casos de corrupción (Gürtel, Bárcenas, Púnica, Rato...). Gürtel, Bárcenas, Púnica, Rato...«Ha sido muy difícil, muy doloroso para todos. Ha dolido mucho a mi partido y tendríamos que haber sido más rápidos y más diligentes», ha declarado.

EL «MILAGRO ECONÓMICO» DEL PP

Rajoy ha participado en ese coloquio pocas horas después de que Rodrigo Rato volviera a declarar a la Audiencia Nacional por varios presuntos delitos económicos, así que la pregunta era obligada: ¿teme que la investigación de Rato le pueda perjudicar durante la campaña? «Perjudicar puede perjudicar cualquier decisión del Gobierno. Perjudicar puede perjudicar la reforma laboral, perjudicar puede perjudicar la reducción del déficit público, la reestructuración del sistema financiero, la corrupción en su conjunto y las cosas que se le pueden atribuir a una u otra persona», ha dicho. Casi un trabalenguas para no responder directamente sobre un hombre que fue compañero de Gobierno durante años y que ha sido puesto como ejemplo siempre del «milagro económico» del PP.

En el acto, el jefe del Ejecutivo también ha abordado otros temas de actualidad ineludibles estos días: las críticas de José María Aznar a su gestión y la crisis institucional con la Generalitat de Catalunya. En el primer asunto, Rajoy ha dicho lo que quería decir en su discurso inicial. Muy a su estilo. Le ha recordado a Aznar, sin citarle, que el PP ha ganado «las dos elecciones de ámbito nacional» que se han celebrado en los últimos años (europeas y municipales) y ha subrayado que «el PP es el gran partido de las clases medias españolas». Ya después, en el coloquio con los asistentes, ha evitado responder preguntas concretas sobre el exjefe del Ejecutivo. «Yo no voy a polemizar con Aznar porque tengo que dedicarme a convencer a los españoles de que es bueno que el PP continúe en el Gobierno», ha declarado.

Con la misma actitud ha respondido al moderador cuando este le ha planteado varias cuestiones sobre Ciudadanos. «Yo me tengo que ocupar de mi partido y de qué hemos hecho en el Gobierno (...) El PP no es un invento de anteayer ni ha nacido en una tertulia», ha añadido en referencia al partido naranja.

En cuanto a Catalunya, ha avisado a Artur Mas, al que no ha citado, de que si quiere su «colaboración» debe ser «desde la lealtad». Rajoy ha subrayado que durante estos meses ha actuado con «proporcionalidad» y ahora intentará hacer «pedagogía» para superar la «fractura que se ha abierto en el seno de la sociedad catalana».