Una participación de récord que se reparte entre los dos bloques

NATÀLIA FARRÉ
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los pronósticos sobre una participación histórica se cumplieron. Las de ayer fueron las elecciones al Parlament que menos abstención registraron. Un 77,46% del censo electoral ejerció su derecho a voto, lo que supone 9,7% puntos más que en los anteriores comicios, los del 2012, que hasta la fecha, con una abstención del 32,24%, sustentaban el récord de participación en unas autonómicas. Lo que no se cumplió es la previsión que afirmaba que una mayor participación beneficiaba claramente al voto del bloque del no. Los 2.022.096  votos y 63 escaños (con el 97% escrutado) que suman los partidos no independentistas y los 1.916.474 votos y 72 escaños que salen de juntar los sufragios de Junts pel sí y de la CUP, los partidos favorables a la independencia, evidencian que el aumento de los votantes que se acercaron a las urnas se repartió entre los dos bloques. Una participación, la del 77,46%,  que es una participación muy alta para unos comicios autonómicos que siempre se han movido en la horquilla del 54  al 64%, a excepción de los del 2012, que ya contaban con la movilización independentista en marcha y llegaron al 67,76%. Y que es una participación que coloca a las elecciones de ayer en un porcentaje similar al de las legislativas, tradicionalmente con más disposición de una parte del electorado catalán a movilizarse. Así, la convocatoria de ayer es la que registró una participación más alta, a excepción de dos legislativas históricas: las de 1977, las primeras elecciones libres de la democracia, en las que votaron el 79,3% del electorado catalán, y las de 1982, los comicios que llevaron al poder a los socialistas por primera vez desde la guerra civil y que sumaron un 80,7% de participación. Datos que reafirman el carácter extraordinario de las elecciones de ayer,  que evidencian que el electorado actuó en clave plebiscitaria y que constatan que las llamadas a la movilización por parte de todos los partidos han funcionado.

VOTO POR CORREO / El incremento del voto se ha dado en las cuatro circunscripciones y en todas las comarcas. El diferencial más grande entre las elecciones del 2012 y las actuales lo exhibe Tarragona con un aumento de 10,8 puntos, en el otro lado está Girona, con una subida de 8,6 puntos. Mientras que en Barcelona crece 9,6 puntos y en Lleida 10. Un crecimiento del voto que se da tanto en comarcas tradicionalmente poco favorables al independentismo, como el Baix Llobregat y el Barcelonès, con un aumento de 8,9 y 6,8 puntos, respectivamente; como en comarcas con más predisposición a las tesis soberanistas: el Berguedà y Osona, por citar algunas, subieron 6,7 y 5,32 puntos. Comportamiento que también se ha dado en las poblaciones donde el incremento se ha vivido por igual independientemente del color del gobierno municipal. Ahí están los 9,64 puntos que ha subido Sant Adrià de Besòs, con un gobierno socialista, y los 6,48 de Berga donde la alcaldía está en manos de la CUP.

Y una subida que también ha protagonizado el voto por correo: con un incremento del 56% respecto de las elecciones del 2012.