Artur Mas se mofa del desliz de Rajoy sobre la nacionalidad española

Raül Romeva, Oriol Junqueras, Artur Mas y otros candidatos de Junts pel Sí, en el mitin de Lleida de ayer.

Raül Romeva, Oriol Junqueras, Artur Mas y otros candidatos de Junts pel Sí, en el mitin de Lleida de ayer.

FIDEL MASREAL / LLEIDA

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Junts pel Sí saltó este martes como un resorte al ver cómo el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se metía en un lío considerableMariano Rajoy cuando, en el curso de una entrevista en Onda cero, el periodista Carlos Alsina le recordó que, según la Constitución, la nacionalidad española no se pierde en ningún caso, incluso aunque Catalunya se independice. "¿Y la europea?", preguntó Rajoy. De inmediato, la candidatura independentista divulgó este fragmento. Y en el mitin central del día, en una abarrotada plaza de Sant Joan de Lleida, Artur Mas se mofó abiertamente del presidente y llegó a la conclusión de que esta respuesta demuestra que todos los avisos sobre las consecuencias de la independencia son "mentira".

"Don Mariano, pregunta difícil, sobre todo para los licenciados en Derecho", bromeó, para concluir que "esto solo demuestra que todo lo que han estado diciendo es mentira, todo es mentira". También el líder de ERCOriol Junqueras, se mofó de Rajoy, del que dijo que ayuda a Junts pel Sí con sus respuestas.

Junts pel Sí ha decidido de forma inequívoca usar los ataques para tratar de lograr un efecto bumerán. No hay propuestas programáticas ni mensajes detallados ni grandes novedades discursivas. Se trata de denunciar la campaña del miedo.

En ese paquete de "mentiras", Mas incluyó tanto el debate sobre si Catalunya estaría en el euro como los avisos de corralito y las advertencias del sector bancario español. Eso sí, frente a estas advertencias, ofreció "buen rollo" y matizó una cuestión que generó confusión en una de sus respuestas en una rueda de prensa el lunes: la de que quizá Catalunya no pagaría su parte de la deuda de España si la secesión es traumática. "Queremos que esto vaya de forma ordenada y compartamos activos, pasivos, riesgos y proyectos", aseguró en relación al Estado. "No son amenazas, vamos de buen rollo", insistió, al mismo tiempo que esgrimió que una victoria clara ha de permitir que se pueda "implementar" el proceso soberanista.

LA DEUDA

Horas antes, el 'conseller' de Economia, Andreu Mas-Colell, había comparecido tras la reunión del Govern para explicar que el balance del actual sistema de financiación es lesivo para Catalunya, según datos de la Generalitat de la liquidación del modelo. Pero lo que también hizo Mas-Colell fue confirmar que, en caso de secesión, Catalunya asumiría la parte de la deuda del Estado que le corresponde: "Tranquilos, todo esto se ha de negociar y por tanto no los dejaremos colgados [al Estado], pero se ha de negociar. Negociémoslo y se asumirá la parte de la deuda que corresponda. En una negociación habrá tira y aflojas, discutiremos qué parte de la deuda corresponde, pero nosotros queremos una evolución negociada, no el campi qui pugui".

La intervención de Mas-Colell, en todo caso, respondió al mismo patrón de campaña: contraataque. Ante las advertencias de la banca o del gobernador del Banco de España, o las críticas del PP sobre un supuesto adoctrinamiento nacionalista en la escuela catalana, el Govern y Junts pel Sí saltaron este martes de nuevo a denunciar una estrategia del miedo.

Pero en relación a los bancos, de nuevo la respuesta fue diversa. Mientras Raül Romeva insistía en mostrar a estas entidades la vía de salida de Catalunya ("si alguno quiere irse no pasa nada, quizá tampoco nos hace falta tener algunos bancos, especialmente los que durante años se han olvidado de avisarnos del riesgo de las preferentes o de los riesgos de las hipotecas abusivas", clamó Romeva en Lleida), desde el Govern la tesis de Mas-Colell era la de Mas: "Los más interesados [en permanecer en Catalunya] serán los mismos bancos que ahora tenemos. No dudo de que en diez años, pase lo que pase, el mapa de los bancos en Catalunya será bien similar al mapa actual".

ESPAÑA, DIOS Y EL DEMONIO

En la estrategia del contraatque, Oriol Junqueras, líder de ERC y creyente, respondió al cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, y su anuncio de una oración por la unidad de España. Calificó de pretencioso y soberbio usar a la Iglesia y recordó: "Quien tienta a Jesús con un reino terrenal es el demonio". Junqueras pidió no mezclar religión y política, en un mitin en el que se leyó un texto de mossèn Ballarín a favor de Junts pel Sí. Romeva concluyó con un llamamiento a ganar por mayoría absoluta de votos y escaños para poder superar el debate de qué tipo de mayoría requiere la independencia.