El PSC reivindica la bandera española ante Pedro Sánchez cara al 27-S

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ayer en el mitin del PSC en Santa Coloma de Gramenet.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ayer en el mitin del PSC en Santa Coloma de Gramenet.

ERNEST ALÓS / BARCELONA

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Bombazo simbólico en la campaña del PSC. Santa Coloma de Gramenet fue este jueves el lugar elegido para enarbolar la bandera y los símbolos de España, una iconografía hasta ahora discretamente evitada en los mítines de los socialistas catalanes pero que no debería extrañar tanto teniendo en cuenta la insistencia de su candidato, Miquel Iceta, en proponer la continuidad de una España unida, aunque sea, como dice el eslogan de campaña, "diferente". No fue el banderón que presidió el escenario en un reciente acto de Pedro Sánchez en MadridPedro Sánchez , pero aun así era notable la dimensión de la pantalla (12 metros cuadrados) donde brilló la 'senyera' al principio del acto, el escudo de España cuando Iceta lo reivindicó como símbolo de la pluralidad original del país y una bandera española con Pedro Sánchez en el escenario.

Planteó el gesto con un punto de suspense el candidato del PSC, quien recordó que a Pedro Sánchez se le criticó que "pusiera una bandera inmensa pero no lo haga cuando viene a Catalunya". Y entonces apareció el escudo de España. Iceta enumeró sus cuarteles, la cuatro barras, el león, el castillo, las cadenas navarras, la granada... "Es el único símbolo que tenemos realmente federal. Eso somos. Hemos llegado hasta aquí porque estamos juntos", concluyó.

Durante el resto del acto se alternaron en la pantalla la bandera catalana, imágenes del acto y, cuando subió al estrado el secretario general del PSOE, la bandera española en formato completo. Sánchez, que llamó como Iceta a ir masivamente a las urnas para lograr el alto nivel de participación que las encuestas señalan como imprescindible para aspirar a una derrota del 'sí' a la independencia, no se excedió de lo identitario en sus palabras. "La patria de los socialistas está en las aulas de los colegios públicos, en los comedores escolares, en los pisos para las mujeres víctimas de violencia de género", enumeró. Sánchez, aludiendo a los familiares en el resto de España de muchos de los presentes, prefirió defender la "unión emocional" con una España "que quiere a Catalunya, es plural y solidaria".

EL CATALANISMO DEL PSC

Por la mañana, Miquel Iceta había reinvindicado al PSC como el representante del "catalanismo de siempre, el catalanismo que defiende el autobierno de Catalunya, defiende encarnizadamente sus intereses e identidad y quiere aportar lo mejor de Catalunya a España", para acabar contraponiendo esta tradición a la vía independentista "tan ilusoria como costosa".

El difícil reto del PSC en la campaña (aparte del objetivo operativo marcado por Iceta de "acercarse lo más posible a los resultados del 2012" y que su participación "sea imprescindible" tras el 27-S) es convencer "a la gente que ya no cree en la capacidad de autorreforma de España" a través del desfile continuo de líderes socialistas españoles comprometiéndose con una reforma constitucional que respete "la singularidad catalana".

Ante la propuesta del Cercle d'Economia de rechazar la secesión unilateral y aceptar únicamente un referendo pactado, el candidato socialista la calificó de "sensata". Ese referendo, insistió el candidato, debería ser el de reforma constitucional y en ningún caso trataría de la independencia de Catalunya. En cuanto a la posibilidad de que reconozca a Catalunya como nación, Iceta recordó que "el PSC siempre ha defendido que Catalunya es una nación", en el sentido de que "una nación es un sentimiento, una forma de identificarse con una lengua, una cultura y un proyecto en común" pero que no quería quedar "preso de las palabras".