Junts pel Sí marca como prioridad el área metropolitana cara al 27-S

FIDEL MASRREAL / BARCELONA

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"Y por supuesto, hay que hacer campaña en castellano", explica un cargo convergente del área metropolitana a la hora de describir las herramientas necesarias para que la lista de MasJunqueras y las entidades soberanistas consiga un buen resultado en un territorio no fácil para el independentismo y clave en cualquier convocatoria electoral.

"Este territorio es la madre de todas las batallas, aquí hemos de quemar casi todos los cartuchos y dejar algún petardo pequeño para el resto de Catalunya", indica otro dirigente territorial de CDC. No en vano, las asociaciones soberanistas (ANCÒmniumSúmate) ya se han dirigido al cabeza de lista de Junts pel Sí, Raül Romeva, para pedirle que acuda especialmente a ciudades del Baix Llobregat durante la campaña.

Se trata, explica uno de los primeros de la lista de Mas, de hacer sobre todo una propuesta vinculada a  la política social en la que el final del discurso, y no el inicio, sea la independencia. Como solución práctica y no vinculada a identidades. Y es que los expertos de la ANC que se han dedicado a sondear el territorio con campañas como la 'gigaenquesta' del pasado año constatan que los nuevos independentistas, los que no basan su decisión en motivaciones históricas o culturales, lo son por dos motivos: el económico y el del menosprecio o agravio político que perciben por parte del Estado. "Haremos muchos actos en la calle explicando el porqué de la necesidad de proclamar la República desde el punto de vista social. En la línea del patriotismo social que iniciamos con (el exlíder de ERC Josep Lluís) Carod-Rovira", describe un cargo de Esquerra Republicana que también conoce muy bien el terreno.

"NO ROMPER CON ESPAÑA"

"No se trata de romper con España ni con los españoles, sino con un sistema en el que Catalunya no encaja", describe un miembro de la lista. Y es que una de las preocupaciones de los catalanes con vínculos familiares en otras comunidades es el del establecimiento de fronteras.

"Menos metáforas y más tiro al plato, más discurso directo", reclama un convergente, conocedor de este entorno urbano, en relación al uso por parte de Artur Mas de los símiles marineros para hablar de la soberanía.

De hecho, tan o más importante que el líder convergente será el cabeza de cartel de esta candidatura, Raül Romeva, por sus posiciones progresistas cuando ocupó cargos en nombre de ICV. De ahí que se haya reclamado ya su presencia. Lo será también Eduardo Reyes, líder de la organización soberanista de castellanohablantes Súmate y número siete de la lista. "Este es quien ha de estar en los barrios, comiéndose unas bravas y unos chocos, intercambiando chascarrillos con la gente", afirma un convergente. Reyes lleva ya más de 400 actos en nombre de Súmate. "La gente escucha a la gente con un mensaje llano y práctico, está harta de escuchar a políticos", indica un miembro de la candidatura. "A los votantes hay que ganárselos por el estómago y el bolsillo", añade un convergente metropolitano que lamenta que hasta ahora la presencia de su líder no ha sido tan intensa como se requeriría en un territorio en el que CDC ha sufrido un descalabro notable en las últimas elecciones municipales. "(Jordi) Pujol venía y se dedicaba a pasear por barrios populares durante horas", recuerda este cargo de Convergència.

Pero desde un punto de vista optimista, los integrantes de Junts pel Sí reivindican que, frente a las imágenes simplistas sobre el comportamiento electoral del entorno de Barcelona, lo cierto es que en las últimas elecciones autonómicas el soberanismo se afianzó con un 39% del voto. En números absolutos, el independentismo obtuvo más de 610.000 apoyos. Los recientes comicios locales vieron también recuperar voto a ERC y la CUP, así como a candidaturas de confluencia soberanista, en contraste con el batacazo de CiU en municipios como Santa Coloma de Gramenet o Viladecans.

A todos estos ingredientes hay que sumar uno que preocupa en la cúpula convergente: una participación muy alta, que supere el 75%, puede poner en serias dificultades las expectativas más optimistas de la candidatura, porque significaría que el voto contrario a la independencia también se ha activado. Por eso la campaña de Junts pel Sí tratará de crecer sin excitar en demasía al PP o especialmente a Ciutadans. De ahí el interés por lanzar mensajes sociales en positivo y sin entrar al trapo respecto a los mensajes del PP o Ciutadans.

DATOS CLAVE

Según el último informe del Govern sobre usos lingüísticos, en Santa Coloma de Gramenet solo el 51% de los vecinos afirman ser capaces de hablar en catalán, frente al 80% de Girona. En toda Catalunya, un 36,3% declara usar el catalán y un 50,7%, el castellano. Un destacado convergente recomienda superponer los mapas de usos lingüísticos y consumo de televisión y radio para saber a qué ciudadanos debe todavía tratar de convencer el independentismo.

Otro dato que seguro que maneja la candidatura son los resultados del 9-N en el área metropolitana. Se trataba, tras esa convocatoria, de lograr entre 400.000 y 500.000 ciudadanos más a favor de la independencia. Un reto que probablemente no se acabe el 27-S porque tiene que ver con el perfil sociológico heterogéneo de la sociedad catalana, llamada de nuevo a las urnas.