La corbata fálica de Mas

Artur Mas abandona, anoche, el Palau de la Generalitat.

Artur Mas abandona, anoche, el Palau de la Generalitat. / periodico

IOSU DE LA TORRE

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Los manuales de estilo advierten sobre la largura de la corbata: "Nunca debe sobrepasar el cinturón". El tamaño, en este caso sí importa. Una corbata corta, por encima del ombligo, compone una figura nada estética, igual que una corbata demasiado larga, que empata con la bragueta de los pantalones.

La tarde del martes, el 'president' de la Generalitat abandonó el Palau camino de la sede (embargada) de CDC, cargando varias carpetas (el acuerdo de la lista del 27-S). Lucía media sonrisa (la que desquicia a los tertulianos que no entienden de silbidos a un himno) y una corbata azul, a juego con el traje azul oscuro, pero sobrepasando el cinturón.

Un estudio de la Universidad de Pensilvania sobre la simbología de las corbatas, realizado al menos con un millar de empleados de una cadena de comida rápida y de unos grandes almacenes, indica que las corbatas excesivamente largas delatan estados de euforia en la mayoría de los casos.

En el caso de Artur Mas se entiende la longitud de la prenda que lucía antes de subirse al coche oficial, el que posiblemente seguirá utilizando los próximos cuatro años. Acababa de conseguir la firma de Oriol Junqueras para la lista del 27-S, esa que no debía llevar políticos, y acabó asumiéndole a él como número cuatro y al de Esquerra, de cinco, con un reparto de gobierno al 60%-40%.

LA PRENDA FÁLICA PUEDE SER DE TODO MENOS ELEGANTE

Juan Manuel Freire, creador de la sección 'Sube y baja' del 'Dominical', advierte de que aún sería mucho peor si la camisa que lleva Mas fuera de manga corta. "Muy propio de David Brent, el jefe de la serie 'The Office', un tipo con delirios de grandeza sin estilista". Joan Rigol es muy de corbata sobre camisa de manga corta. De ahí se entiende ese aspecto de cura de peli americana (entre mormón y testigo de Jehová) que tiene el unionista a la fuga por la independencia de Catalunya.

Oriol Junqueras no es de corbatas. Al líder republicano que recuerda al afable Obélix, le ha tocado una de nudo prieto y corta, a la altura de las tetillas. pero no se ve. Corbata invisible.

PD: "No sé tus escalas / por lo tanto eres muy dueña / de ir por ahí diciendo que la tengo muy pequeña", cantaba el gran trovador Javier Krahe en La Mandrágora.