CDC y ERC perfilan una lista conjunta con políticos y entidades

XABIER BARRENA / BARCELONA

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El Palau de la Generalitat acogió ayer la madre de todas las cumbres soberanistas vividas a lo largo de estos 34 meses de proceso. Y han sido unas cuantas. Al cabo de 11 horas de reunión llegó la fumata, aún no del todo blanca, pero casi. Y lo que en ese momento trascendió es que el president Artur Mas había alcanzado sus últimos objetivos. A saber, la conformidad de Oriol Junqueras para perfilar una lista conjunta, nominalmente impulsada por las entidades soberanistas. Es decir, el verdadero caballo de batalla en la relación entre Convergència y Esquerra dede el 9-N, la fuente de todas las broncas a las que se atribuye el demoscópico desinflamiento del independentismo en los últimos meses.

Esta cumbre de cumbres se inició al filo del mediodía. Primero fueron los representantes de las entidades (Assemblea Nacional Catalana, Òmnium Cultural y la AMI) los que se vieron con Mas. Más tarde se produjo un encuentro entre el president y Junqueras y a la hora del almuerzo se sumaron las delegaciones de CDC (con Josep Rull y Lluís Corominas), ERC (con Marta Rovira) y la CUP (David Fernàndez y Xevi Generó). El asunto que sobrevolaba el orden del día de la reunión, la propuesta de lista única sin políticos en activo, ni siquiera fue discutido. Mas lo rechazó de plano por entender que tal candidatura bloquearía la vida parlamentaria catalana.

Solventada por la vía rápida la cuestión primordial, y sin grandes aspavientos de las entidades soberanistas (al fin y al cabo, promotoras de la propuesta a la que luego se sumaron ERC y la CUP), la negociación se encaró ya hacia la lista única pero con representantes de los partidos. En este punto se invitó a fuerzas políticas de nuevo cuño y poca implantación, como los socialistas de MES, escindidos del PSC, y Demòcrates de Catalunya, desgajados a su vez de Unió, para que aportaran sus propuestas.

Al cabo de unas horas, los representantes de la CUP, que el pasado sábado, en la asamblea celebrada en Castellón, ratificó que no participaría en una lista unitaria con políticos, salieron de la reunión para trasladar a su secretariado nacional lo debatido. En coherencia con lo aprobado el sábado , el partido asambleario concurrirá a las elecciones del próximo 27-S por su cuenta con la marca CUP-Crida Constituent. No se cierra, sin embargo, a mantener unas relaciones de buena vecindad con la lista única, una especie de pacto de no agresión.

Visto el cariz que tomaban los acontecimientos, las entidades observaron que todo se circunscribía a lo de siempre, a una entente entre CDC y ERC. Así que se levantaron de la mesa, a las 19.00 horas, con la promesa de que respaldarían todo acuerdo al que ambas fuerzas llegaran. A la salida dijeron que la cosa iba bien.

El pasado 25 de noviembre, Mas propuso una lista única. El 3 de diciembre, Junqueras abogaba por tres listas separadas bajo una marca común. El 14 de junio, tras las municipales (y tras soltar lastre con el divorcio de Unió), Mas volvió a la carga con la apelación a la lista común. Ayer , tras semanas sin verse, se lo jugaron todo a una carta. Y hubo un principio de acuerdo por el que compartirán marca electoral, aunque no es seguro que compartan papeleta, puesto que se baraja la opción de que concurran por provincias distintas. Varias fuentes dieron por hecho que la lista de Barcelona estará encabezada por un independiente.

Por las dependencias de la plaza de Sant Jaume pasaron varios representantes de ERC. Desde el vicesecretario general, Lluís Salvadó, a la adjunta a la presidencia para las relaciones institucionales, Anna Simó; el portavoz, Sergi Sabrià; el vicesecretario general, Oriol Amorós, y al líder de las juventudes, Gerard Gómez del Moral. Todo un equipo para ayudar a Junqueras a dar el paso más difícil en sus cuatro años de liderazgo de Esquerra.

Pasadas las once de la noche, ante la puerta principal de la plaza de Sant Jaume comparecieron Josep Rull y Oriol Junqueras por separado para dar cuenta del «principio de acuerdo». El republicano afirmó que «con el fin de garantizar el plebiscito del 27-S», CDC, ERC y Mas habían «intentado concretar cómo se llevará a cabo la independencia», algo que podría traducirse en un acuerdo para la formación de un Govern de concentración, a niveles muy concretos. El republicano se mostró «razonablemente satisfecho».

Antes, Rull había detallado que este principio de acuerdo será debatido esta tarde con las entidades en una nueva reunión. Hasta entonces, dijo, hermetismo.