EL PULSO SOBERANISTA

La ANC y Òmnium aceptan el envite de concurrir al 27-S

Entrada del punto de votación de la ANC en el barrio de Gràcia de Barcelona.

Entrada del punto de votación de la ANC en el barrio de Gràcia de Barcelona.

JOSE RICO / BARCELONA

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En el 2012, después de haber prendido la llama del proceso independentista con la primera gran manifestación en la Diada, la Assemblea Nacional Catalana (ANC) adoptó el compromiso de mantenerse «totalmente independiente de cualquier partido político y no presentarse a unas elecciones». Esta última opción fue puntualizada un año después, abriendo la puerta a impulsar una candidatura propia si las fuerzas soberanistas fuesen incapaces de ponerse de acuerdo en incorporar a sus programas electorales un punto común a favor de la secesión. Dos años más tarde, la Assemblea ha vuelto a bajar el listón y, de la mano con Òmnium Cultural, ha aceptado el envite de concurrir al 27-S para intentar reforzar el carácter plebiscitario de las elecciones y blindar una mayoría independentista que en los últimos sondeos pende de un hilo.

Sin embargo, avalado el fondo, la forma que adopte la presencia de las entidades en la lista o listas electorales aún parece una madeja difícil de desenredar. El 96% de los 11.239 socios de la ANC que votaron en la consulta interna dieron el  a la sinuosa pregunta, cuya longitud se quedaba a medio camino entre la de Grecia y la de Unió, planteada por la dirección para sortear su división interna: «¿Quiere que la ANC busque las complicidades necesarias con otras entidades y fuerzas políticas para impulsar una propuesta electoral de la máxima transversalidad, para garantizar el carácter plebiscitario del 27-S que nos lleve a la independencia de Catalunya?».

Ahora bien, por «propuesta electoral de la máxima transversalidad» podría entenderse tanto la candidatura compartida entre políticos y sociedad civil que propugna el presidente de la Generalitat, Artur Mas, como la lista civil sin políticos con la que se descolgó esta semana el líder de ERC, Oriol Junqueras.

20 DE JULIO

De ahí que el presidente de la Assemblea, Jordi Sànchez, asegurase ayer, una vez escrutada la votación, que el siguiente paso de la entidad será continuar negociando con todas las fuerzas soberanistas en busca de una «unidad de acción» cara al 27-S. Y fijó el 20 de julio como fecha límite para alcanzar un acuerdo. Cuando Mas enunció su propuesta, que ignoraba el pacto suscrito con ERC y con las propias entidades de mantenerlas neutrales en el proceso electoral, la ANC y Òmnium la acogieron con una división de opiniones que Junqueras acentuó con su contrapropuesta de candidatura sin políticos.

Pero el líder de ERC ya se ha apuntado el primer tanto. Òmnium Cultural avaló este sábado la configuración de una «lista por la independencia» formada exclusivamente por representantes de la sociedad civil y que cuente con el «apoyo explícito» de los partidos soberanistas pero sin la presencia de «políticos en activo» en la candidatura. Según la presidenta de la entidad, Muriel Casals, su propuesta no es incompatible con la de Mas porque el 'president' se mostró dispuesto a dar un paso atrás y no encabezar la lista. Convergència, no obstante, ve inviable la idea de excluir a políticos.

Tampoco muy entusiasmado se mostró el líder de la ANC con la posición de Òmnium. Sànchez se limitó a respetar la propuesta, pero subrayó que la Assemblea aún quiere seguir trabajando para lograr «escenarios lo más unitarios posibles». «La fórmula concreta ya la estudiaremos», señaló.