TOMA DE POSESIÓN EN LA COMUNIDAD VALENCIANA

Puig sitúa la infrafinanciación como nueva línea roja del Gobierno valenciano

El nuevo presidente avisa a Madrid que no tolerará "ninguna discriminación más"

Ximo Puig, presidente de la Generalitat Valenciana, junto a Mónica Oltra, que será vicepresidenta del su Gobierno

Ximo Puig, presidente de la Generalitat Valenciana, junto a Mónica Oltra, que será vicepresidenta del su Gobierno / periodico

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En un ambiente festivo aderezado por el sonido de la dolçaina i el tabalet entraba a Les Corts el nuevo presidente de la Generalitat valenciana, el socialista Ximo Puig, a tomar posesión de su cargo, acompañado del secretario general del PSOEPedro Sánchez, y el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero.

Dentro, ya en su discurso, la fiesta se tornó también en reivindicación cuando el sexto presidente de la Generalitat valenciana cambió de idioma para dirigirse al Gobierno central y avisar de que no toleraría “ninguna discriminación más ni en financiación autonómica ni en inversiones” del Estado. Ha sido el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, quien finalmente –después que Moncloa anunciase primero que sería el ministro de Hacienda y Administraciones públicasCristóbal Montoro y luego el de Justicia, Rafael Catalá, quien recalara en Valencia-, ha escuchado la exigencia de Puig y la advertencia del nuevo presidente de que "la Comunitat no puede aguantar ni un día más". “El problema valenciano es un problema de igualdad entre españoles. Queremos diálogorespeto soluciones”, ha pedido de nuevo Puig, que ha asegurado que su gobierno estará presidido por una relación con el gobierno de España “exigente, leal y solidaria”.

Finalizada la toma de posesión - con el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, retransmitiéndola desde la tribuna de invitados con entusiasmo en su cuenta de Twitter-, el ministro Margallo ha quitado hierro a la reivindicación de Puig, señalando que lo que ha dicho, que "no es nada distinto" a lo que él como ministro ha afirmado hasta ahora y que "un político que no reivindica no es un político". No obstante, aunque ha asumido que el actual sistema de financiación autonómica "discriminaba y discrimina a la Comunidad Valenciana", ha rechazado que éste se reforme antes de las próximas elecciones generales aduciendo que "no hay tiempo".

Desde lo alto del palco de convidados, los expresidentes autonómicos Joan Lerma, Francisco Camps y Eduardo Zaplana –a quien más tarde se vio charlar animadamente con el Secretario General de la UGT Cándido Méndez- también tuvieron que escuchar cómo Puig hablaba de un gobierno que “siempre” estará presidido por la “ética” y la “lucha contra la corrupción” y que quiere un nuevo “contrato social”para modernizar la sanidad, educación y servicios sociales. Para ello, avanzó, a partir de este lunes convocará a asociaciones empresariales, sindicales y sociedad civil para alcanzar “Pactos de la Generalitat” en diversos asuntos.

REFORMA DE LA CONSTITUCIÓN

Puig ha abogado también por reformar la Constitución. “Ahora es el momento, para renovar el compromiso con las nuevas generaciones”, ha pedido en un discurso con continuas referencias al autogobierno y trufado de citas de autores valencianos, que ha cerrado con las palabras del testamente del rey Jaume I: “amar y proteger todas las personas y el pueblo. Hacer reinar la justicia y velar porque los grandes no opriman a los pequeños”.

Acabado el acto en el parlamento, Puig se ha dirigido al Palau de la Generalitat con los nuevos diputados, entre ellos Mónica Oltra y el secretario general valenciano de Podemos, Antonio MontielAlberto Fabra ha recibido a Puig en el palacio -que durante toda la mañana ha permanecido abierto para que entraran centenares de curiosos – y le ha acompañado a su despacho para darle el relevo como nuevo presidente.

Sobre la una de la tarde, Puig salía a la plaza Manises, repleta de gente, a saludar. Y en un pequeño escenario arrancaba a cantar Pep Gimeno “el Botifarra”, de quien el nuevo presidente dijo que con él “están representados todos los cantantes silenciados” en veinte años de gobierno del PP.