CiU salva la alcaldía de Vic por el disenso entre la izquierda

El intento de la izquierda de desbancar a CiU de la alcaldía de Vic ha terminado en fracaso y los nacionalistas han conseguido retener uno de sus feudos tradicionales. El único cambio de color será entre socios de federación, ya que la nueva alcaldesa, la convergente Anna Erra, relega a Unió Democràtica, que ostentaba la vara de mando de la capital de Osona desde 1995. Solo los nueve concejales de CiU han apoyado a Erra, mientras que el resto de grupos se han votado a sí mismos, salvo el edil de Vic per a Tots, que ha optado por avalar al candidato de ERC, Joan Ballana, que hubiera sido alcalde de haber fructificado las negociaciones entre la izquierda.

Consciente de la fragilidad con la que tendrá que gobernar en un consistorio muy fragmentado, Erra, que solo cuenta con nueve concejales de 21, ha querido tender puentes con la oposición invitando a todas las fuerzas a tomar partido en los grandes temas de la ciudad, mediante un diálogo «sincero y estable». ERC (6 ediles), la CUP (4), Vic per a Tots (1) y el PSC (1) podrían haber configurado una mayoría alternativa a CiU al sumar 12 ediles. El republicano Ballana tenía asegurado el apoyo de los socialistas y de Vic per a Tots, pero la CUP decidió finalmente no sumarse a la alianza. Pese a estas tiranteces, los representantes de Esquerra y la CUP han puesto el contador a cero y se han llamado a colaborar a lo largo del mandato.

Compromiso con el 'procés'

En su discurso, la nueva alcaldesa, que toma el relevo del exmilitante de Unió y presidente de la Associació de Municipis per la Independència (AMI), Josep Maria Vila d'Abadal, ha reafirmado su compromiso con el proceso soberanista y ha adelantado que pretende agilizar las dinámicas de la administración municipal y que se replanteará las dedicaciones de los concejales. Y ha hecho un llamamiento a evitar los malos modos que se han vivido en el pleno estos últimos cuatro años.