LA ENCRUCIJADA DE UNIÓ

Castellà: "Duran crea una cortina de humo para tapar el debate"

Entrevista con el secretario de Universitats y miembro del sector crítico de Unió

NEUS TOMÀS / BARCELONA

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Junto a los históricos Joan Rigol y Núria de Gispert, el secretario de Universitats, Antoni Castellà (Barcelona, 1970), es uno de los dirigentes más activos en contra de la pregunta diseñada por la cúpula de Unió.

-Al final, el primer plebiscito será este domingo: Duran, sí, o Duran, no.

-Esta teoría yo la rechazo profundamente. Es más, lo respeto pero creo que Duran crea una cortina de humo para tapar el debate real, que es independencia, sí, o independencia, no. Él siempre me había dicho que no quería que esto fuesen unas plebiscitarias. El debate hasta ahora había sido sobre la independencia. Y justo este miércoles, Duran, que dialécticamente es muy hábil, lanza esta cortina de humo.

no puede ganar?

-Sea sincero, ¿cree que el

-No lo sé. Lo lógico es que cuando hay una propuesta de una dirección sea esta la que prospere. Pero en estos momentos nos estamos jugando el futuro del partido y esta es la reflexión que deben hacer los militantes. No sé cuál será el resultado pero en cualquiera de los casos creo que será muy ajustado. Y muy ajustado significa que el comité de gobierno tendrá que hacer una reflexión sobre cómo interpretar el resultado.

-Si gana el no, Duran y su cúpula se irán a casa. Si es al revés y ustedes pierden, ¿también se retirarán?

-No me interesa este debate porque responde a las ganas de alguien de huir del debate de fondo, que no es otro que tomar una de las decisiones más trascendentes de los últimos tiempos. Se trata de decidir si Unió está o no al lado de una propuesta soberanista que permita a Catalunya convertirse en Estado. Y esto es mucho más importante que ocupar sillas.

-¿En los últimos días ha hablado con Duran o con Ramon Espadaler?

-Hemos coincidido en algún acto pero no hemos hablado. Si nos remontamos a unos cuantos días atrás, sí que compartí con Duran el rechazo a que esto se convirtiese en un plebiscito personal. Los dos estábamos de acuerdo en que hacerlo sería un error.

-Pues ha sido Duran quien le ha dado este carácter plebiscitario.

-Por eso me sorprendió su intervención y solo puedo interpretarla como un intento de cambiar la agenda del debate.

-¿La dirección les ha facilitado el censo de los militantes?

-No, no nos lo han dado, pero hemos llegado a un acuerdo importante porque cada candidatura tendrá apoderados reconocidos en todas las mesas y estos tendrán copias de las actas de sesión y del escrutinio. Para mí esto es una garantía de transparencia.

-Por lo tanto, ¿no teme que haya juego sucio?

-No.

-¿Qué argumentos da a los militantes para que voten no a la propuesta de la dirección? 

-El primero es que como Unió Democràtica acordamos apoyar el adelanto electoral como sustitución del 9-N. Por lo tanto, si tenemos que ser coherentes, todo el mundo sabe que el 9-N escogimos entre tres opciones: el no a que Catalunya tenga un Estado, el  a que tenga un Estado sin ser independiente y la tercera, el  a que este Estado sea independiente. Esta es la pregunta que deberíamos responder. Por eso decimos que votar no a la pregunta es votar  a la independencia. Unió no se puede situar ni al lado de los unionistas ni al lado de los que defienden la tercera vía. Tal como se ha planteado la pregunta, parece más próxima a la tradición socialista que a la de Unió.

-¿De la hoja de ruta pactada entre Convergència, ERC y las entidades soberanistas hay algún punto que le chirríe?

-Sí, hay cosas que deben ser discutibles, y en este sentido lo primero que hay que aclarar es si Unió está o no en condiciones de negociar, y lo más importante es el qué, o sea, si estamos de acuerdo en tener un Estado independiente. Así estaremos en condiciones de sentarnos con los partidos y entidades a negociar. Podremos entonces hablar del cómo.

-¿Un cambio de mayorías en Madrid facilitaría el diálogo?-Lo veo muy difícil porque hasta ahora ni tan solo han reconocido el derecho a decidir. La gran tercera vía fue el Estatut y el Estado español a través del Constitucional nos dijo que jamás reconocerá la realidad nacional de Catalunya.