ADVERTENCIA DEL EJECUTIVO

Rajoy siembra el miedo ante las alianzas del PSOE y Podemos

Los presidentes de Marruecos, Abdelilá Benkirán, y España, Mariano Rajoy, conversan, ayer, mientras los ministros de Sanidad firman un acuerdo.

Los presidentes de Marruecos, Abdelilá Benkirán, y España, Mariano Rajoy, conversan, ayer, mientras los ministros de Sanidad firman un acuerdo.

PILAR SANTOS / PATRICIA MARTÍN / MADRID

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El Gobierno del PP ha cambiado totalmente el tono utilizado durante la campaña electoral y ha empezado a sembrar el miedo ante la llegada de Podemos a las instituciones. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dio ayer personalmente la voz de alarma y censuró al PSOE por «radicalizarse» e intentar llegar a acuerdos con los «extremistas» del partido lila en algunos municipios y comunidades. Además, el jefe del Ejecutivo se mostró muy molesto por que el secretario general socialista, Pedro Sánchez, se haya jactado de que no alcanzará ningún pacto con el PP tras el complicado mapa que dejaron las urnas el  24 de mayo. «En el siglo XXI, los gobernantes responsables deberían olvidarse del sectarismo y la exclusión», se quejó Rajoy.

Durante la campaña electoral, el PP criticó a Podemos, pero lo hizo sin la agresividad mostrada ayer, para no movilizar a la izquierda. La única que no cumplió la directriz fue Esperanza Aguirre, que atacó sin remilgos a Manuela Carmena (de la plataforma en la que está integrada Podemos) y ya se vio el resultado: Carmena será previsiblemente alcaldesa con ayuda del PSOE.

EN CONTRA DE LOS «TRIPARTITOS»

Ahora, sin embargo, las urnas ya están cerradas, falta medio año para que se vuelvan a abrir en las generales y el PP está viendo cómo alianzas de izquierdas pueden mermar el amplio poder local y autonómico de que ha disfrutado desde el 2011. «No me gustan nada los pactos municipales que estoy viendo», confesó Rajoy en la rueda de prensa que dio en la Moncloa junto al presidente de Marruecos, Abdelilá Benkirán. En opinión de Rajoy, «los pentapartitos o los tripartitos acaban por no funcionar y son malos para los intereses generales de los españoles». El enrevesado resultado de las urnas ha propiciado que varios partidos de izquierdas intenten unirse en municipios (como el de Badalona) y comunidades (Baleares o la Comunidad Valenciana) para evitar que siga gobernando el PP, pese a ser la lista más votada.

«Es profundamente antidemocrático que se vayan a constituir coaliciones de cuatro o cinco fuerzas de extrema izquierda que dicen cosas que no tienen cabida en el gran proyecto europeo y que el PSOE haya preferido tomar esa decisión. [...] En otros países europeos los socialistas se entienden con los populares y no con los extremistas», se lamentó el presidente. Por su parte, el PP está intentando alcanzar otros pactos, casi siempre con Ciudadanos, para lograr su apoyo en comunidades como Madrid y está tomando decisiones relevantes, como echar a políticos imputados por corrupción.

LA CENTRALIDAD ABANDONADA

Rajoy dio también argumentos económicos para defender su ataque al PSOE. Considera que el PP ha puesto a España en la senda de la recuperación y que «sería enormemente negativo» para los españoles un cambio en la política económica, como reclama el secretario general socialista. «O seguimos creciendo varios años a un ritmo del 3% o volvemos a la etapa que originó la mayor crisis en décadas. Esto es lo que está en juego aquí», advirtió.

Las palabras del jefe del Ejecutivo llegaron horas después de que su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, saliera ya en esa línea tras el Consejo de Ministros y acusara a Sánchez de «radicalizarse». Santamaría puso de relieve la debilidad del líder socialista y dio por hecho que en sus filas no comparten su estrategia y se plantean «hacia dónde va el PSOE»: si apuesta por políticas de Estado o toma «otros derroteros que solo siembran incertidumbre».

Ante la andanada, el secretario de organización socialista, César Luena, respondió que la «soledad» que siente Rajoy se debe a las «políticas de extrema derecha».