DEBATE SOBRE ECONOMÍA Y SOBERANISMO

Precampaña 27-S, acto 1

El 'president' Mas, en su intervención en las XXI jornadas del Cercle d'Economia, en Sitges.

El 'president' Mas, en su intervención en las XXI jornadas del Cercle d'Economia, en Sitges.

FIDEL MASREAL / SITGES

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 "La legitimidad del sistema de economía de mercado no está en la rentabilidad sino en la capadidad que muestre para dar oportunidades a todos". Lo dijo el presidente del Cercle d'Economia, Antón Costas, y marcó el acento social del debate con el 'president' Artur , al que planteó cuestiones espinosas para CiU como la corrupción, la democratización de los partidos y la petición de que la cuestión soberanista se resuelva sin unilateralismos ni independencia.

Y Mas tuvo una especial habilidad para aceptar el reto y dar por inaugurada la precampaña electoral del 27-S. Primer elemento, ante el público empresarial que llenaba la sala: el riesgo de no votar a opciones como CiU sino a otras para condicionar, es que esas otras acaben ganando. Ergo, "mejor concentrar el voto" porque uno de los problemas cara al futuro será el de la gobernabilidad en un mapa mucho más fragmentado, desmenuzado.

Segundo mensaje claro: sí, CiU se ha pasado al independentismo, pero tengan presente los empresarios y grandes poderes financieros que quien podrá "canalizar" mejor este camino secesionista será quien, como la federación nacionalista, mantendrá en todo momento abierta la vía negociadora. Y no será, como otros, "intransigente". Ahí entró sin tapujos en la venta del producto, frente a los de ERC y la CUP.

"Dado que alguien tendrá que llevarlo, mejor que los que estén tengan claras algunas ideas. Yo soy escéptico respecto a que el Estado tome la iniciativa, mande quien mande, para poner soluciones, pero no soy intransigente. Otros quizás serán no solo escépticos sino radicalmente intransigentes", apuntó. Es decir, les dijo a los empresarios que del debate soberanista no se librarán, pero que, puestos a asumirlo, no tengan miedo ("no ha afectado a la recuperación económica", insistió) y voten por CiU porque el independentismo de Mas es tranquilo y pactista. De hecho, una de las preguntas la hizo un votante de CiU moderado no independentista que se preguntaba qué debía hacer. "Votarnos", respondió enseguida sonriente el líder nacionalista.

Mas sabe que el 27-S deberá competir con otros independentismos y ya marca territorio con estos mimbres: pese a todo, el de seguir siendo, un hombre de Estado. Ante la propuesta de Costas de solucionar el contencioso con España sin ruptura y sin soluciones unilaterales, Mas cargó las culpas al inmovilismo del Gobierno del PP y reiteró la llamada a la calma: "No olvidaremos nunca la necesidad de ser dialogantes, sentarse a la mesa, y tener la mentalidad de que todos han de salir ganando".

El otro fantasma que sobrevuela y sobrevolará las próximas elecciones, como ya pasó en las municipales y autonómicas, es la nueva política, de marcado acento progresista.

JUSTICIA SOCIAL

Y dado que el Cercle se propone debatir sobre cohesión, Mas se puso la chaqueta de la justicia social, en la onda de lo que ahora CDC pretende subrayar en su refundación interna, y pidió "que los beneficios de la recuperación  no se distribuyan de forma tan poco equitativa como los sacrificios de la crisis". Y añadió un mensaje dirigido al mundo economico: "Es una responsabilidad compartida, es fácil cargar la responsabilidad a los poderes públicos, que tienen un poder relativo".

El 'president' fue todavía más allá y propuso "mejor salir juntos de la crisis que ir a buscar el beneficio muy rápido de algunos". Enseguida aclaró que no está en contra de que las empresas tengan beneficios, sino que avisaba de que el conflicto social estalla cuando llega la recuperación y la gente tiene la sensación de que a ellos no les toca. Es lo de la metáfora de la autopista y el túnel. Cuando la retención deja a todos los conductores igualmente parados en el túnel, el problema es relativo. El cabreo llega cuando los de un carril siguen parados mientras el otro empieza a fluir y salir de la oscuridad. Mas defendió sus políticas sociales porque pese al "ahogo" financiero del Estado baja el fracaso escolar y crecen las ayudas a la Renta Mínima o a la vivienda.

Y es que el fantasma de la victoria de Ada Colau sobrevoló la sala. Mas admitió el golpe recibido por CiU en Barcelona y el área metropolitana. Y no desaprovechó para lanzar el mensaje del miedo ante los empresarios. Lo hizo defendiendo el contrato con el World Mobile Congress porque también da trabajo "a camareros, taxistas y operarios". Fue horas después de que Colau garantizara su apoyo a la prórroga del contrato.