El PSC se resiente en Tarragona pero logra una cómoda mayoría

JOSE RICO / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Josep Fèlix Ballesteros estuvo a punto de perder hace cuatro años la alcaldía de Tarragona que en el 2007 había logrado arrebatar a CiU -mejor dicho, a Joan Miquel Nadal- tras 18 años de hegemonía nacionalista. El Gobierno municipal quedó en vilo durante varias semanas porque a la mayoría simple del PSC le amenazaba una posible alianza CiU-PPC. El pacto se dio prácticamente por hecho, pero fracasó a última hora y los socialistas retuvieron la vara de mando. Según la encuesta preelectoral del Gabinet d'Estudis Socials i Opinió Pública (GESOP) para EL PERIÓDICO, Ballesteros volverá a ganar el 24-M y su mayoría se verá erosionada, pero en este caso no tendrá que sufrir tanto para asegurarse la alcaldía porque la fragmentación de la oposición haría complicados cualquiera de los posibles pactos alternativos.

El consistorio tarraconense pasaría de cuatro a seis o siete fuerzas, dado que el desgaste del PSC, CiU y el PPC facilitarían el regreso al ayuntamiento de ERC, la fuerte irrupción de Ciutadans y la posible entrada de la CUP. De los cuatro grupos actuales solo ICV-EUiA mejoraría su resultado. La gestión del equipo de gobierno de Ballesteros logra un aprobado raspado (5,3), aunque la valoración del alcalde es ligeramente superior (5,8). Cuatro de cada 10 tarraconenses opinan que el municipio ha mejorado en este mandato, pero un tercio considera que ha empeorado y el 25%, que se ha estancado.

MÁS LEJOS DE LA MAYORÍA ABSOLUTA / Pese a esta división de opiniones, el tirón del candidato socialista contrasta con el escaso gancho sus rivales: el 36% de los 500 encuestados prefiere a Ballesteros como alcalde, mientras que el resto se sitúa por debajo del 8%. En este contexto, Ballesteros podrá seguir gobernando con comodidad, aunque quedará un poco más lejos de los 14 concejales que dan la mayoría absoluta. Pasará de 12 a 9 o 10 regidores tras perder 5,7 puntos respecto al 2011 (del 36,5% al 30,8%). Sin embargo, el PSC duplica en voto estimado a la segunda fuerza, plaza que se disputarían CiU y Ciutadans, que podrían empatar a 4 o 5 concejales. La encuesta sitúa a la federación nacionalista un punto por encima del partido naranja en voto estimado, pero en intención directa de voto CiU es la cuarta fuerza y se ve superada por el PSC, ERC y Ciutadans.

Convergència, que ha sustituido a la diputada Victòria Forns por Albert Abelló como cabeza de cartel, pasaría de 7 a 4 o 5 ediles y se dejaría cinco puntos respecto al 2011. Y Ciutadans, cuyo candidato es Rubén Viñuales, certificaría su asentamiento definitivo en Tarragona, la segunda demarcación catalana donde atestigua mayor potencial electoral, a costa de desplomar al PPC, que de 7 concejales se quedaría con 3 o 4 y perdería 7,6 puntos en voto estimado.

Los populares han facilitado con su abstención que prosperasen los cuatro presupuestos municipales de Ballesteros, y CiU también se abstuvo en tres de esas cuentas. El PPC presenta por tercera vez como candidato a Alejandro Fernández, diputado en el Congreso y uno de los dirigentes que entran en las quinielas para relevar a Alicia Sánchez-Camacho al frente del partido.

TRASVASES DE VOTO / Solo un tercio de los votantes del PPC en el 2011 elegirían hoy la misma papeleta. Otro tercio emigraría a Ciutadans y el tercio que falta está indeciso. Los trasvases de voto en el flanco soberanista impiden que en Tarragona emerja con claridad una de esas opciones, y que sumen mayoría para desbancar al PSC. De hecho, los partidos que consignan mayor fidelidad de voto (Ciutadans, ICV-EUiA y PSC) forman parte del bloque no independentista.

Cuatro años después de desaparecer del ayuntamiento, ERC volvería a él con 2 o 3 concejales, de la mano de Pau Ricomà como alcaldable y al absorber al 12,2% de los votantes de CiU. Por su parte, la CUP, que presenta a Laia Estrada, podría hacerse un hueco en el consistorio. El sondeo le otorga un 5,2% de voto estimado, lo que podría adjudicarle un edil, pero el partido sufre notables fugas de voto a Esquerra y también a CiU.

ICV-EUiA, que repite alcaldable, Arga Sentís, conseguiría un segundo concejal tras un mandato en que ha rechazado todos los presupuestos municipales de Ballesteros.