CiU y PPC acusan a Ada Colau y Pablo Iglesias de alimentar el «odio»

Agua y aceite en el debate soberanista, Xavier Trias y Alberto Fernández Díaz coinciden de lleno a la hora de erigirse como representantes de partidos de orden frente al caos y la «crispación» que para ellos representa Barcelona en Comú. El mitin que Ada Colau y Pablo Iglesias ofrecieron el sábado en Nou BarrisAda ColauPabloNou Barris todavía escocía ayer en los oídos de CiU y el PPC. «Ladrones» y «corruptos» fueron algunas perlas que les lanzaron. En la resaca de tales embestidas, también tras la agresión al número 36 de la lista de los nacionalistas, Santi BorrullSanti Borrull, tanto convergentes como populares aprovecharon para cargar contra Colau y el líder de Podemos por «generar odio» durante la campaña con sus intervenciones.

«Nosotros no hemos promovido nunca la violencia ni hemos instado al odio» y «no queremos ni ofender ni insultar a nadie», se defendió la candidata de BC tras conocer las declaraciones de sus rivales. Durante el acto que compartió con Iglesias en Nou Barris, subrayó, solo se lanzó un mensaje de «esperanza» y «denuncia», y dejó claro que no suavizará la crítica política y menos aún contra una CDC que «tiene 15 sedes embargadas y tantos casos de corrupción que ya hemos perdido la cuenta».

QUEJA DE LOS POPULARES

Si Trias fue contundente -llegando a acusar a la «gente de fuera», en alusión a Iglesias, de ser quienes ensucian la campaña en Catalunya-, Fernández Díaz no le fue a la zaga. «No se puede sustituir la lucha de clases por el odio social», afirmó. Y como los periodistas le habían preguntado por la agresión al nacionalista Borrull, arrimó el ascua a su sardina para denunciar que su partido ha sufrido «ataques, escraches e insultos» en numerosas ocasiones y el resto de fuerzas no los han condenado como sí hicieron en el caso del aspirante de CiU. «Cuando le pasa al PP no tiene la importancia que le dan ahora», se quejó. En lo que sí volvió a coincidir con el actual alcalde es en resaltar que a partir del día 24 habrá que tirar adelante entre todos por el bien de Barcelona. «Mi compromiso es tender la mano a todo el mundo», manifestó Trias.

En el rol de centrocampista que quiere jugar en esta campaña, de punto medio entre CiU y BC, el socialista Jaume Collboni se ahorró alinearse con los nacionalistas y los populares a la hora de analizar el tono que impregna la campaña electoral. Condenó la agresión a Borrull como el resto de adversarios, pero se limitó a reclamar que la contienda sea «pacífica y dialogada» y se centre sobre todo en «contrastar modelos de ciudad». Dicho esto, también le dejó un recado de tipo genérico a Colau al acusarla de dedicarse a hablar cuando no haya nadie que le lleve la contraria pero «no a escuchar».

CIUTADANS TAMBIÉN ATACA

Sumándose al bloque de partidos que buscan el choque con Barcelona en Comú, la alcaldable de Ciutadans, Carina Mejías, tiró por elevación hacia Podemos. Su batalla con ellos se libra también en los comicios en otras autonomías y con vistas a las generalesgenerales y por eso la alcaldable del partido que lidera Albert Rivera acusó a Iglesias de viajar a Catalunya para «arañar votos en base a insultos». Tampoco perdió ocasión para reprocharle que «no tiene ni idea de lo que pasa aquí» y para situarlo en una posición que le perjudicaría allende el Ebro. Acusó al líder de Podemos de «quitarse la careta» al anunciar que estaba dispuesto a pactar con ERC, fuerza independentista que es «cómplice» de los recortes de CiU.