ENFRENTAMIENTO POR LOS MALOS RESULTADOS ANDALUCES

UPD se ve abocada a un cisma por la continuidad de Rosa Díez

RODRIGO TENA

RODRIGO TENA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Las elecciones andaluzas fueron presentadas como la primera prueba del fin del bipartidismo que auguran todas las encuestas, pero el partido que más se ha visto desestabilizado por los resultados del pasado domingo ha sido UPD, uno de las primeros en intentar acabar con la hegemonía del PSOE y el PP. Las voces que exigen la renuncia de la líder de la fuerza magenta, Rosa Díez, continuaron reproduciéndose ayer tras la debacle en los recientes comicios, en los que solo logró 76.653 votos, frente a los 129.407 del 2012, y ningún diputado.

Sin embargo, Díez continúa enrocada, negándose a dimitir y a replantearse su estrategia de no pactar con Ciudadanos, abocando a su partido a un cisma. De los cinco diputados de UPD, tres de ellos, Irene LozanoÁlvaro Anchuelo Toni Cantó, son abiertamente críticos, y los dos primeros, que formaban parte del consejo de dirección del partido, dimitieron de este órgano en protesta por la actitud de la máxima dirigente.

Carlos Martínez Gorriarán, el cuarto palamentario del quinteto que completa la propia Díez en el Congreso, fue el encargado de fustigar el alzamiento con gruesas palabras. En alusión a Lozano y Anchuelo, Gorriarán sostuvo que aquellos que "abandonan el barco" cuando las cosas vienen mal dadas son unos "irresponsables" que en lugar de pensar en los intereses políticos solo atienden a los suyos propios. En su cuenta de Twitter, les acusó, sin llegar a citarlos por su nombre, de "apuñalar por la espalda".

"A veces se gana y otras veces se pierde. Son quienes no saben perder los que no merecen ganar", señaló antes de dejar abierta la posibilidad de que los críticos deban abandonar sus escaños, aunque, según dijo, a él no le gusta decir "a nadie" lo que tiene que hacer. Al igual que Díez el día anterior, Gorriarán exoneró de cualquier responsabilidad a la principal dirigente de UPD por los resultados del domingo.

La culpa, argumentó el diputado, no es en ningún caso de Díez, sino de los propios andaluces por apoyar mayoritariamente a un partido, el PSOE, que "hoy [por este martes] otra vez ha sufrido una redada masiva" de implicados en el fraude de los cursos de formación, dijo en referencia a la detención de dos delegados de Empleo de la Junta y otros 14 antiguos altos cargos.

EL "RESPETO" A LA MAYORÍA

Poco después, en sus primeras declaraciones tras la dimisión de Lozano, Anchuelo y otros dos integrantes del consejo de dirección del partido (Rodrigo Tena David Andina), Díez utilizó un tono más suave, pero evitó desautorizar a Gorriarán, que es, junto a la eurodiputada Maite Pagazaurtundua, su principal puntal de apoyo. La líder de UPD elogió el "buen trabajo" de los diputados críticos y descartó que deban dejar sus escaños, al tiempo que advirtió que ella no tiene ninguna intención de dimitir porque continúa disfrutando de apoyo interno y no quiere ser un "chivo expiatorio".

Tras subrayar que son minoritarios quienes creen que debe marcharse y dejar que se llegue a una alianza con Ciudadanos, depositario de gran parte de sus antiguos votos andaluces, la exdirigente socialista dijo: "Las mayorías son importanes cuando se gana una votación. No voy a respetar más a la minoría que a la mayoría".

CONVIVENCIA "MUY DIFÍCIL"

La convivencia parlamentaria va a ser "muy difícil", admitió la crítica Irene Lozano. Poco antes, la diputada había defendido la dimisión de Díez por el fracaso en los comicios andaluces y para permitir la renovación en UPD. En declaraciones a la Ser, Lozano recordó que el partido nació como una reacción a la "política vieja", que suele "aferrarse al sillón" y deja de ser "un instrumento para los ciudadanos" para convertirse "en un fin en sí mismo". A su juicio, UPD obtuvo un mal resultado por varios motivos, pero uno de ellos es que "la máxima dirigente es cuestionada por muchos afiliados y simpatizantes", que "necesitan una explicación". así como tener claro que no van "al precipicio".

También Cantó, que el día anterior había tachado de "decepcionante" la rueda de prensa en la que Díez anunció que pensaba mantenerse en su puesto, insistió en la necesidad de que la máxima dirigente dimita. La militancia, continuó, necesita tener "un poco de esperanza" y saber que no todos están "en la misma línea" que la discutida líder y fundadora de UPD. Fuentes cercanas al diputado y candidato a la Generalitat Valenciana lamentaron que Díez "no se dé cuenta" de que la organización que representa debe dejar de ser "familiar" y dar un salto más allá del "grupito".