COMISIÓN DE INVESTIGACIÓN por una fortuna oculta

Pujol júnior abre su juego

RAFA JULVE / BARCELONA

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Se conoce por hacer 'un Millet' al hecho de que una persona sea la protagonista de una comisión de investigación parlamentaria y no conteste a los diputados cuando comparece en la Cámara, como hizo el expresidente del Palau de la Música en julio del 2010. En puridad, Jordi Pujol Soley no hizo ayer 'un Millet' porque, pese a haber anunciado que guardaría silencio, le pasó como al escorpión que cruzaba el río sobre una rana: no pudo reprimir sus instintos y, tentado por la oposición, sí lanzó alguna respuesta, aunque ninguna sirvió para aclarar nada y otras no fueron más que un desprecio a los diputados. Tampoco Marta Ferrusola logró hacer 'el Millet' que tenía previsto porque su carácter la empujó a rechazar algunas acusaciones o a escudarse en su "pequeña memoria" para no recordar ciertos extremos. Solo su primogénito, Jordi Pujol Ferrusola, aclaró de inicio para sorpresa de los partidos que sí contestaría, y lo hizo para negar que tenga dinero en paraísos fiscales o que cobrara comisiones ilegales y para alegar que otros temas los responderá en el juzgado y no en el Parlament.

No se ha dedicado a la política el hijo mayor de los Pujol Ferrusola, pero ayer demostró que sabe jugar en ese terreno a la perfección. En una comparecencia muy preparada, a la que llegó con un buen fajo de documentos, se convirtió en la estrella de la jornada durante más de cuatro horas en las que negó todos los delitos por los que está imputado, desde el blanqueo de 33 millones de euros hasta cohecho. Primero, fue él quien fijó las reglas del juego al decir que no respondería pregunta a pregunta sino al final de cada turno. Después aprovechó ese formato para explayarse en las preguntas que le convenían y pasar de puntillas por las otras. Y para acabar se guardó un alegato final sobre el papel jugado por su padre en la historia y una loa por su "responsabilidad" con la familia al revelar la fortuna oculta cuando él mismo le ofreció a su progenitor hacerse cargo de la confesión.

LOS "COCHES VIEJOS"

Cuando le interrogaron sobre los coches de lujo que posee, desde 'porsches' hasta 'ferraris', Pujol Ferrusola detalló cómo adquirió los "coches viejos" a precio de ganga a gente que "derrapaba" por la crisis económica, y así, fue pasando los minutos para saltar a otra cuestión. Cuando se le mencionó que tiene negocios de sectores muy dispares --se definió como "dinamizador económico"--, se permitió reprender a los diputados reprochándoles que viertan sospechas sobre él cuando los políticos tratan a menudo temas que no son de su especialidad. Cuando le interrogaron sobre algunas empresas en concreto, abundó de forma tan extensiva en su composición y enredó la madeja de tal manera que los diputados se quedaron como si nada.

Menos tiempo dedicó el primogénito a las preguntas sobre el supuesto legado que su abuelo les dejó y que él gestionó desde 1990. Ahí, Pujol Ferrusola se agarró a lo que ya había confesado su padre y alegó que cualquier novedad la dirá en sede judicial. Y sobre su amistad con Artur Mas, que el 'president' trató de rebajar hace dos semanas, él se limitó a decir que es "muy amigo" del actual líder de CiU y que sabe que este le atenderá el día que lo necesite, pero lo desvinculó de sus negocios.

"'DIUEN, DIUEN, DIUEN'"

La aparente calma con la que el abogado de la familia Cristóbal Martell siguió esa comparecencia desde la tercera fila contrastó con los gestos de inquietud del mismo letrado en las exposiciones del padre y de la madre. El 'expresident' convirtió en 'trending topic' la cantinela "'diuen, diuen, diuen'" como forma de criticar las "insinuaciones" que, según él, utiliza la oposición para atacarle y volvió a insistir en que la fortuna que ocultó responde a un legado paterno pese a que los diputados le recriminaron que sigue sin acreditarlo con documento alguno.

También aprovechó el fundador de CiU para decir que estaba "muy tranquilo" por sus 23 años de gestión en el Govern y para insistir con vehemencia en que Mas no supo nada de su dinero opaco hasta que él lo confesó públicamente. Su mujer tampoco escatimó en algún que otro gesto de reprobación a los grupos cuando sostuvo que solo ha viajado 10 veces a Andorra o cuando dijo que ella y su esposo no tienen "ni cinco".