PERFIL

Experto en transiciones

Carles Viver Pi-Sunyer, el comisionado para la transición nacional, preside desde marzo del 2013 el consejo asesor para encaminar Catalunya hacia el Estado propio

Comisionado  Carles Viver Pi-Sunyer, en el Parlament de Catalunya, en el 2013.

Comisionado Carles Viver Pi-Sunyer, en el Parlament de Catalunya, en el 2013.

RAFA JULVE / BARCELONA

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De vicepresidente del Tribunal Constitucional (TC) a comisionado de la transición nacionalCarles Viver Pi-Sunyer, el hombre a quien el 'president' Artur Mas ha ungido como oráculo para dirigir Catalunya hacia el Estado propio, ha protagonizado una transición profesional que trasladada al mundo del fútbol podría equipararse a la de Bernd Schuster (Barça-Real Madrid-Atlético) o a la de Miquel Soler (Espanyol-Barça-Atlético-Real Madrid). En lo personal, incluso cuando empezó a hacer carrera en las más altas instancias judiciales españolas, nunca ha escondido su perfil catalanista y, por ende, su defensa de la identidad propia de Catalunya.

Nacido en Terrassa en 1949, este catedrático de Derecho Constitucional por la Universitat Pompeu Fabra se convirtió en miembro del TC en junio de 1992 a propuesta de CiU y el PSOE. Era el primer catalán en lograr un puesto en el alto tribunal y fue el primer catalán en ser nombrado, en 1998, vicepresidente de la misma institución. Como segundo del magistrado Pedro Cruz ejerció durante tres años, hasta el 2001, cuando agotó el periodo máximo de permanencia.

También en el mundo de la docencia ha dejado su impronta Viver Pi-Sunyer. Se licenció en Derecho en la Universitat de Barcelona en 1971 y en 1977 se doctoró con la tesis 'El personal político de Franco (1936-1945)'. Un año después fue nombrado vicedecano y jefe de estudios de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de Barcelona (1978-1979) y a partir de ahí ostentó diversos cargos académicos.

LA REFORMA DEL ESTATUT

En el 2004 su nombre volvió a aparecer en la prensa cuando el entonces 'conseller' de Relacions Institucionals, el ecosocialista Joan Saura, lo fichó como director del Institut d'Estudis Autonòmics. Desde aquella entidad, que aún comanda, fue el encargado de testear la reforma del Estatut con el fin de evitar lo que resultó inevitable: que un cuestionado TC viera aspectos inconstitucionales.

"Veo muy difícil introducir en el Estatut la competencia de convocar referendos", dijo en el 2004 a este diario Viver Pi-Sunyer. Una década después, en marzo del 2013, Mas le nombró presidente del Consell Assessor per a la Transició Nacional, organismo que ha diseñado una hoja de ruta hacia la independencia cuyas instrucciones no siempre se han cumplido: se aconsejó que ante una eventual consulta de autodeterminación se planteara una pregunta clara; se rechazó una consulta alternativa y se descartó que haya votaciones en días próximos a fechas señaladas. Pese a esos desacuerdos, Viver Pi-Sunyer --que también fue miembro del TC de Andorra del 2006 al 2014-- es ya un referente del soberanismo por su capacidad de aunar esfuerzos sin estridencias.