Una nariz electrónica diagnosticará las enfermedades tropicales desatendidas

El proyecto cuenta con 1,4 millones de euros de presupuesto, durará cuatro años y lo coordina el investigador de la URV Radu Ionescu

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Un proyecto pretende diagnosticar enfermedades tropicales desatendidas mediante una nariz electrónica, informa la Universidad Rovira i Virgili (URV), que coordina un proyecto europeo en el que participan doce universidades y centros de investigación.

El proyecto "Tropsense-Development of a non-invasive breath test for early diagnosis of tropical diseases" cuenta con 1,4 millones de euros de presupuesto, durará cuatro años y lo coordina el investigador de la URV Radu Ionescu.

El objetivo es obtener una herramienta rápida, barata, portátil, no invasiva y fácil de utilizar que diagnostique las enfermedades tropicales y que ayude a los médicos a tomar decisiones adecuadas. Ionescu desarrolla sensores que permiten analizar los volátiles que contiene el aliento, a través de una nariz electrónica o matriz de sensores.

El investigador ya participó en un proyecto de nariz electrónica del Technion Israel Institute of Technology (Israel) para detectar el olor específico de las moléculas cancerígenas. En la URV lleva a cabo el trabajo para aplicar la tecnología a la detección de diferentes enfermedades, porque la nariz electrónica permite conocer de manera precoz los primeros síntomas. El nuevo proyecto se centra en la hidatidosis, la leishmaniosis y el dengue, incluidas en la lista de 17 enfermedades tropicales desatendidas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El trabajo se basa en los análisis de muestras de aliento, sin riesgo fáciles de obtener y se emplearán métodos de química analítica para identificar los biomarcadores de aliento volátiles -compuestos químicos orgánicos- de estas enfermedades.

Durante el primer año del proyecto se tomarán muestras en Colombia (dengue), en Túnez (hidatidosis y leishmaniosis) y en Polonia (como ejemplo de país europeo donde no son habituales). Una vez recogidas, se harán los análisis por química analítica para identificar los biomarcadores y, a partir de estos, se fabricarán sensores químicos de vapores con gran afinidad. Para ello, los investigadores analizarán diferentes técnicas -sensores resistivos, transistores; que miden cambios de peso, espectroscopia infrarroja- y se desarrollará un prototipo con la mejor técnica.

Durante los últimos seis meses del proyecto se harán pruebas con los prototipos en los hospitales de las zonas epidémicas y se evaluarán sobre el terreno. Los cambios del metabolismo que se producen en una etapa temprana de la enfermedad se reflejan en variaciones en la química de la sangre y esto se transmite al aire exhalado a través de los pulmones.En consecuencia, algunos compuestos orgánicos volátiles (COV) aparecen en el aliento exhalado en concentraciones modificadas, en comparación con los compuestos orgánicos volátiles en un estado normal, que en consecuencia actúan como biomarcadores.

La detección de un patrón de biomarcadores volátil de la respiración apropiado puede permitir la identificación temprana de la enfermedad y la prescripción de un tratamiento. Cada enfermedad tiene sus compuestos volátiles; por tanto, la presencia de la enfermedad no está enmascarada por otras.