Susana Díaz prepara el terreno para adelantar las elecciones

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, inició ayer el camino hacia el adelanto electoral al asegurar que en estos momentos en su Gobierno «no hay estabilidad», el único requisito que pedía hasta ahora para agotar la legislatura. Las relaciones con su socio, Izquierda Unida, se han deteriorado en las últimas semanas, y, aunque ambos partidos estaban trabajando para rebajar la tensión, ha sido la propia Díaz quien ha tensado la cuerda y dado pábulo al rumor que surgía incesantemente desde el pasado otoño.

El pronunciamiento de la dirigente  de los socialistas andaluces, que coincidía con el anuncio de su futura maternidad precisamente para julio (cuando están previstas las primarias en su partido) ha caído como un jarro de agua fría en IU, donde entienden que no hay motivos para el adelanto. Esgrimen que han colaborado en la estabilidad sacando adelante los presupuestos de este año y con la marcha atrás que dio el vicepresidente, Diego Valderas, con el viaje oficial al Sáhara español, que Díaz censuró al entender que podía molestar a Marruecos.

Es más, el coordinador general de IU-CA, Antonio Maíllo, apuntó que quien quiera romper el pacto tendrá que explicarlo, porque los andaluces «no entenderían el adelanto electoral sin razones para ello». Desconcertados, dan por hecho que la decisión de un adelanto que no les conviene está tomada desde hace tiempo y en función de las aspiraciones de Díaz en Madrid, y que ahora simplemente tratan de buscar una excusa creíble. IU pidió explicaciones ayer en la reunión del comité de enlace entre socios de Gobierno, que no sirvió para acercar posiciones.

Las cosas se ven diferentes desde el PSOE. Explican que, desde que IU anunció la posibilidad de consultar via referendo a la militancia la continuidad en el Gobierno, supeditada siempre a la puesta en marcha de una serie de leyes que consideran de urgencia, Díaz «no podía quedarse quieta» y «pendiente de lo que dijeran los militantes» de su socio.

Ante ese clima de desconfianza se hacía casi imposible la convivencia hasta la primavera del 2016, aunque ayer apelaban aún a la responsabilidad con la ciudadanía y reclamaban a IU que diese marcha atrás en la idea del referendo, y que demostrasen su lealtad y compromiso de estabilidad con hechos.

REUNIÓN CLAVE / Díaz aún no ha comunicado nada formalmente a nadie, y hoy se reunirá con sus secretarios provinciales, donde el tema saltará sin duda. Entre las fuentes consultadas cobra fuerza la opción de elecciones en marzo, en torno al día 22, por lo que Andalucía sería la primera en medir realmente el avance de Podemos. Una fecha, señalan, que cuadra con sus aspiraciones en Madrid y permite mantener las convocatorias separadas de las de otras comunidades, como hacen Galicia, Euskadi o Catalunya.

En este sentido, fuentes a favor del adelanto consideran que ir a las urnas dentro de dos meses resta tiempo a Podemos para organizar su estructura regional y hacer propuestas reales. Apuntan que lo peor que puede pasar es que no ganen al PP -como en el 2012-, una situación que obligaría al partido de Pablo Iglesias a «retratarse» y decidir si dejan gobernar al PP o al PSOE.

En cualquier caso, el resultado del adelanto electoral tendrá repercusiones no solo en Andalucía. Fuentes socialistas apuntan que Díaz baraja ya dos escenarios: intentar que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se retire o bien competir con él en las primarias de julio, donde cree que tendría fácil la victoria tras el aval de las urnas. Otras fuentes apuntan, además, la posibilidad de que opte por no presentarse, pero apoye a algún candidato a la presidencia del Gobierno -señalan a la catalana Carme Chacón o al vasco Patxi López- y, posteriormente, ser designada secretaria general del partido en un congreso ordinario a comienzos del 2016.