Mas y Junqueras no ceden tras una cumbre con entidades soberanistas

Simó, Mas, Rovira, Forcadell y Casals, en la conferencia de Junqueras.

Simó, Mas, Rovira, Forcadell y Casals, en la conferencia de Junqueras.

FIDEL MASREAL / Barcelona

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Las espadas siguen en alto entre Convergència y ERC respecto al modo de plantear unas elecciones plebiscitarias. Y el discreto encuentro que, a instancias de la ANC, Òmnium Cultural y la Associació de Municipis per la Independència (AMI), mantuvieron el sábado el president, Artur Mas, y el líder de Esquerra, Oriol Junqueras, con representantes de las citadas entidades -y cuya existencia fue desvelada ayer- no sirvió tampoco para desbloquear la situación.

La cita, en el Palau de la Generalitat, duró algo menos de dos horas. Y según fuentes al corriente de la reunión, apenas sirvió para constatar lo que ya es públicamente conocido: que Mas solo quiere convocar elecciones si todo el independentismo se une bajo una única lista con un punto programático (la independencia), y que Junqueras considera más útil que cada partido se presente con su programa pero compartiendo la hoja de ruta hacia el Estado catalán.

El ecuentro, según las fuentes consultadas, transcurrió con cordidalidad pero asumiendo todos que no era una reunión de amigos. El debate se centró fundamentalmente la cuestión de las listas. Mas insistió en que es a él a quien corresponde la facultad de convocar o no elecciones anticipadas y por ello quiere hacerlo solo en determinadas condiciones. Es decir, las suyas. Junqueras reiteró ante los presentes que no está de acuerdo con la fórmula de una sola candidatura soberanista.

PROPUESTA SALOMÓNICA / Es conocido que la ANC se ha pronunciado directamente a favor de la fórmula de Mas. Pero en la cita del sábado, la presión no sirvió para que Junqueras cediera. Tampoco sirvió la fórmula que sugirieron los representantes de las entidades: aceptar que concurran varias listas pero, como compensación al president, dar a la lista que este encabece el valor añadido de acaparar la presencia de representantes sociales, que deberían integrarse solo en esta candidatura y no en la de ERC. Una hipótesis que Esquerra rechaza con el argumento de que no se puede poner trabas a ninguna candidatura y menos forzar a ciudadanos libres a concurrir en una lista y no en otra.

La conclusión de la reunión del sábado es que la pugna sobre la fórmula electoral sigue exactamente donde estaba. Y nadie se atreve a pronosticar si Mas dará su brazo a torcer y convocará igualmente elecciones, como le reclaman la ANC, Òmnium, ERC y la CUP (y como ha planteado el coordinador general de CDC, Josep Rull), o bien si el president optará por no apurar la legislatura. «Si no hay elecciones no nos quedaremos de brazos cruzados», avisa un destacado actor de las entidades independentistas, consultado al respecto de esta segunda hipótesis. También el socio de Mas, Unió Democràtica, reclama una solución inmediata al dilema electoral. El secretario general democristiano y conseller de Interior, Ramon Espadaler, pidió no dilatar la decisión más allá de las fiestas naviedeñas. UDC es partidaria de agotar la legislatura en lugar de forzar una nueva cita con las urnas.

LA HOJA DE RUTA AVANZA / En paralelo a este galimatías, fuentes conocedoras del proceso y de la cita del sábado explican que los equipos negociadores de CDC y ERC, a alto nivel, han avanzado notablemente en la definición de la ruta hacia la independencia. Unas conversaciones en las que también estarían participando ICV-EUIA y la CUP. La estrategia de la ANC, de hecho, consiste en afianzar estos acuerdos para forzar luego a la consecución de un pacto sobre las listas. Acuerdo que, tras la cumbre del sábado, sigue aún lejos.