Mas desoye las peticiones para comparecer por el 'caso Pujol'

JOSE RICO BARCELONA

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«Yo ya he comparecido». El pasado 26 de noviembre, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, ya dejó claro ante el pleno del Parlament que no tenía intención de dar explicaciones voluntariamente por los delitos que a finales de julio confesó su padre político y antecesor al frente de CiU, Jordi Pujol. Se remitía entonces a su comparecencia del 31 de julio del 2013 por el caso Palau, un año antes de la citada confesión. Ayer, tras conocerse la imputación del expresident por la fortuna que ocultó en Andorra, Mas ni siquiera se molestó en repetir que ya había dicho todo lo que tenía que decir. Simplemente hizo oídos sordos a las múltiples peticiones de la oposición para que dé la cara por las presuntas vinculaciones entre el caso Pujol y la gestión de CiU en la Generalitat. Una presión creciente a la que se ha sumado, ahora sí, ERC.

Los republicanos son partidarios de que Mas comparezca en la comisión de Afers Institucionals, y no en la comisión de investigación del caso Pujol. Pero quieren evitar tener que forzar una votación y, de momento, presionan para que el president acusa a petición propia. Se lo reclamó ayer el líder de ERC, Oriol Junqueras, horas antes de la sesión de control: «Estoy seguro de que, como él mismo dijo, comparecerá voluntariamente». Sin embargo, Mas nunca ha mostrado tanta disponibilidad. Lo que en su día dijo fue que volvería a dar la cara solo si la mayoría de grupos parlamentarios respaldaban su comparecencia, algo que ICV-EUiA pondrá a prueba en la comisión Pujol.

El jefe del Govern evitó ayer cualquier mención a una posible comparecencia y se sacudió el acoso de Ciutadans con un monosílabo: no. «¿Sabía lo que hacía Pujol, su president, cuando usted era conseller en cap? ¿Sabía si cobraba comisiones ilegales? ¿Ha cobrado usted alguna comisión ilegal o le consta alguna comisión en los gobiernos de Pujol? ¿Hay alguien en el Govern que haya cobrado alguna vez una comisión ilegal? ¿Sabe si alguien de su Govern o usted mismo tiene o ha tenido alguna vez una cuenta en Liechtenstein, Andorra o Suiza? ¿Sabe si había establecido un 3%, un 4% o un 5 % para cobrar comisiones ilegales? ¿Usted estaba al corriente o no se enteraba de nada?», le preguntó el líder de Ciutadans, Albert Rivera.

Más de tres veces negó el president haber tenido conocimiento antes de la confesión de los delitos reconocidos por quien fuese su mentor político. «No lo sabía. Puedo decirlo millones de veces», remachó Mas antes de acusar a Rivera de querer convertir el Parlament un «show».

La presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, también abordó por el flanco de corrupción al dirigente nacionalista, a quien le faltó tiempo para poner los ventiladores en marcha. Camacho insinuó que Mas «tiene prisa» por convocar las elecciones anticipadas para fulminar los trabajos de la comisión Pujol, y aseguró que el Gobierno de Liechtenstein ha solicitado «información» sobre el actual presidente de la Generalitat. La líder de los populares también le recordó que él y la mitad de sus consellers ya se sentaron en el Consell Executiu con Pujol como president.

El jefe del Ejecutivo catalán se escudó en el y tú más para recriminar a Camacho que muestre tanta vehemencia contra la corrupción en el Parlament mientras el PP veta la creación de una comisión de investigación similar en el Congreso. La comisión Pujol podría votar el próximo lunes la comparecencia de Mas, a petición de ICV-EUiA. Por lo que se escuchó ayer en la sesión de control, el PPC y Ciutadans estarían dispuestos a apoyarla, pero falta saber si PSC y ERC facilitarían su aprobación.

Jordi Pujol es el primer presidente catalán imputado por delito fiscal y blanqueo y cuenta con ocho de los nueve miembros de la familia imputados en diferentes procesos judiciales. La comisión de investigación sería una de las principales iniciativas parlamentarias damnificadas en caso de que se convocasen comicios anticipados, puesto que el nuevo Parlament debería volver a votar la constitución de la comisión. En la sesión del próximo lunes comparecerán el exfiscal José María Mena -que se querelló contra Pujol por el caso Banca Catalana-, el abogado Jesús María Silva -letrado de la infanta Cristina- y un representante de la consultoría Deloitte. A estos podría sumarse el Síndic de Greuges, Rafael Ribó.